29/1/11

Podio libros 2010


Al igual que hice el año pasado, voy a permitirme éste erigirme en juez y confeccionar un pequeño listado con los cinco mejores libros que he leído este año. Cierto es que no ha sido un año pródigo en lecturas, pero no por ello han dejado de llegar unas cuantas joyas a mis manos. He decidido, también, suprimir la lista de cómics, puesto que no son muchos los que he leído lo suficientemente buenos, así que he salvado un único título y lo he introducido en esta lista. En fin, vamos allá.

5

CLAUDE BLETON, Los negros del traductor

Resulta increíble cómo, partiendo de un hecho tan pedestre y aburrrido como puede ser el de los negros literarios, esta novela lo convierte en una alegoría fantástica-detectivesca capaz de invertir los papeles entre autor y negro, y que ejemplifica de una extraña manera el problema de cómo debe abordarse una traduccción literaria. Genial tanto en su vertiente detectivesca como en la metaliteraria.

4

JIRO TANIGUCHI, Tierra de sueños

Me encanta cuando un relato consigue introducir en mí la nostalgia de momentos que nunca he vivido, y eso es lo que hace Tierra de sueños: cinco breves historias marcadas por las mascotas de una familia y que hacen referencia a distintas etapas de la vida y las decisiones que debemos tomas en ellas. Sin duda el mejor cómic que he leído este año.

3

YU HUA, ¡Vivir!

¡Vivir! es la historia trágica de Fugui, el hijo de un terrateniente chino bien posicionado, que irá perdiendo, poco a poco, todo lo que su nacimiento le había concedido. De ese modo, la vida opulenta actual se irá despojando progresivamente de todo hasta quedar reducida a lo esencial para la realización personal del individuo. Sorprende de Yu Hua que trate con el mismo desdén al Kuomingtang, al Partido Comunista Chino y al ejército, y que sin embargo siga publicando en China, imponiendo su altísimo número de ventas a la censura. Un novelista chino muy recomendable.

2

APOLONIO DE RODAS, Argonáuticas

Parafraseando a Javier Marías, los clásicos ya sabían contar historias, y lo hacían mucho mejor que nosotros. Y es que por mucho que algunos se empeñen en decir que su forma de narrar es aburrida, lo cierto es que sus técnicas resultan mucho más precisas que las que hoy en día utiliza la secta de los escritores de best-sellers, dándonos las carácterísticas de los personajes y lugares que sí son necesarios para el correcto discurrir de la aventura y librándonos de toda la paja molesta e innecesaria. Sólo una cosa se echa en falta: Apolonio nos cuenta la consecución del vellocino de oro, pero nos priva del regreso al hogar y la recuperación del trono usurpado.

1

Viaje al Oeste

No sólo ha sido el mejor libro de este año, sino que se ha convertido en uno de los mejores de los que he disfrutado nunca. Resulta difícil centarse en una sola cosa puesto que se trata de una novela río del alcance, casi, del mismo Quijote. La cantidad de historias son tantas y de tan variada índole, que centrarse en una rebajaría sin duda el nivel del libro. Tripitaka Tang deberá viajar al Paraíso Occidental para conseguir las escrituras sagradas de Buda, y el camino está lleno de pruebas en forma de monstruos, haciendo referencia cada una de ellas a un aspecto distinto de la existencia. Dos mil doscientas páginas que verdaderamente merecen la pena.