26/12/09

Citas


Estaba enamorada de mí. Creía que yo sabía mucho, porque sabía cosas diferentes de las suyas.

F. SCOTT FITZGERALD, El gran Gatsby

19/12/09

Viaje al oeste (8)


He de reconocer que el Viaje al Oeste no tiene unas técnicas narrativas que deslumbren, ni mucho menos que sean innovadoras, pero no importa, pues no es eso algo que le reste calidad, pues su grandeza está en el material narrativo que contiene. Como he venido repitiendo anteriormente su técnica narrativa se basa en la oralidad, lo que nos lleva a la repetición de muchos elementos, fórmulas e incluso la constante recopilación de las aventuras anteriores. Dicha recopilación también se da en la onomástica que, como dije en otra ocasión, va cambiando, pero los nombres sustituidos de los protagonistas no quedan atrás, sino que son recuperados convenientemente.

El estilo es el propio de la épica, incluyendo grandes batallas para el enaltecimiento de los héroes, y logrando siempre la victoria sobre el enemigo o su conversión y, como en la épica occidental, lo importante no es tanto el método utilizado para ello, sino el resultado final. Aunque con matices: nunca actuarán contra las normas generales del buen obrar. Así, Sun Wu-Kung matará a quien se interponga en su camino, pero porque su camino está decidido por la Bodittsava e ir en su contra es ir contra Buda y por lo tanto merece su castigo.

Si bien la victoria supone vencer en batalla y una simple superación del héroe, las cosas se complican en cuanto a la conversión de los villanos para la causa, pues no se los suele convencer mediante razonamientos, sino más bien mediante coacciones y amenazas. Se aplica aquí el refrán de que "el fin justifica los medios", pues, aunque e principio parezca perjudicarse a la "víctima", lo que se busca en última instancia es su iluminación por Buda, el bien mayor para él. Y estas acciones son llevadas a cabo por divinidades, que sin duda saben cuál es el mejor camino para nosotros.

9/12/09

Citas


Ahora la gente empieza a burlarse de la vida de familia y de las istituciones familiares; más adelante se echará todo por la borda, y se permitirán los matrimonios entre blancos y negros.

F. SCOTT FITZGERALD, El gran Gatsby

5/12/09

No sin mi crucifijo


La verdad es que no sé por qué lo he hecho, pero lo he hecho y ya no tiene vuelta atrás: todas esas frases teñidas de ciertos fanatismo e incultura ya no pueden salir de mi cabeza. Me llegó al mail una invitación de ese invento semidemoníaco llamado Facebook, que me instaba a unirme a un grupo llamado "Sí al crucifijo en los colegios", o algo así. A mí la existencia o ausencia de tales estatuillas tenebrosas en las aulas la verdad es que me da igual, no me afecta ni creo que afecte demasiado a mis hipotéticos hijos cuando les toque convivir con ellas, pero sí que puedo llegar a entender a los padres que no las quieren ahí. A los padres de los colegios públicos y a los de ningún otro tipo de centro, se entiende. Así como los padres católicos tienen todo el derecho del mundo a pedir que sus hijos sean educados en el cristianismo en los colegios (y existe un número más que considerable de centros cristianos, para que no tengan de qué quejarse), los padres no católicos también lo tienen a pedir que un símbolo religioso de una fe que ellos no profesan, por mucho que sea la mayoritaria del país, presida el lugar donde sus hijos serán educados y pasarán la mayor parte de sus tiempo, en un estado aconfesional. La retirada de los símbolos cristianos de los lugares de honor en los colegios públicos, no impide que permanezcan en los colegios católicos.

Yo pasé la mayor parte de mi adolescencia oyendo a seres con medio cerebro quejándose de tener que asistir a una clase de religión que no les interesaba. Y el profesor les respondía cargado de razón: "Has elegido venir a un centro católico, así que aquí recibirás una educación católica". Y ya sé que una de las obligaciones de todo católico es el apostolado (proselitismo religioso que tanto molesta a muchos cristianos en el Islam, por otro lado), pero creo que si un católico puede ofrecer una educación fundada en sus propias creencias a sus hijos, un no católico debería poder ejercer el mismo derecho ¿no?

Pero me voy del tema. El caso es que en el grupo de Facebook en cuestión se decían cosas como las siguientes (cito de memoria, así que sí, se me mueven las comas):

"Que dejen los crucifijos quietos y se preocupen más de la educación de nuestros hijos, que son los peores preparados de Europa." A los que decían esto habría que decirles en primer lugar que su afirmación es mentira. Los niños españoles no son los peor preparados, sino que España es uno de los países con mayor fracaso escolar, esto es, con mayor número de niños que no acaban el colegio. El nivel de preparación habría que determinarlo entre los que sí lo terminan. Y recuerdo una encuesta de hace un par de años, realizada en Inglaterra (país con un índice de fracaso escolar mucho menor que el nuestro) entre niños sin fracaso escolar de ningún tipo, en el que la mayoría respondió que Arturo era un rey de hace mucho y Hitler un personaje de ficción. Así que comparen. Y no olvidemos que los fracasos educativos de los chavales que ahora terminan o abandonan sus estudios pertenecen a las reformas educativas del PP. Sí, hay una cosa que se llama legado y que da sus frutos al cabo de los años.

"Los crucifijos quietos y al que no le guste que no mire." Sí, quietos, pero en los colegios religiosos. De ahí sí, por favor, que no los mueva nadie, pero no nos los impongan a los demás. Esta es la frase que más se repetía y huelga hablar de la intolerancia que destila.

"Si se prohiben los crucifijos, que se prohiban también los pañuelos en la cabeza de las niñas musulmanas." Esta frase es todo un ejercicio de hipocresía, en primer lugar porque supongo que todos recordamos el follón que se montó al respecto hace unos años, y en segundo lugar porque no es equiparable un símbolo religioso personal a uno que preside una estancia: no creo que nadie haya dicho nada contra cruces al cuello, cofias o alzacuellos, pero este señor ya se está lanzando contra un símbolo del mismo rango.

Aparte, había chistecillos fáciles del tipo: "Me apellido cruz: ¿me echarán del colegio?", "¿Se cancelarán las navidades?", "¿Prohibirán los belenes?", y sandeces por el estilo.

Después de todo esto, reconozco que las religiones han hecho avanzar a las sociedades a lo largo de la historia (aunque no en todo momento), pero actualmente son mayor motivo de enfrentamientos y retraso intelectual que de otra cosa (por si alguien no sabe leer, estoy generalizando). Qué bonito sería un mundo sin diferencias religiosas... Sin religiones, vamos.

29/11/09

Citas

-Es el sujeto que "arregló" las "World Series" en 1919.
[...]
-¿Cómo pudo hacerlo?
-Vio la oportunidad.
-¿Y cómo no lo han metido en la cárcel?
-No pueden cogerle, camarada: es un tío listo.

F. SCOTT FITZGERALD, El gran Gatsby

25/11/09

La soledad encontrada

¿Qué es la soledad?
La caída en el asfalto a la que ninguna mano se tiende.
Una mañana sin teléfono.
Una tarde sin café.
Una noche sin amor.
La novela excepcional que con nadie puedo comentar.
Una pregunta sin respuesta.
El beso rechazado.
La película sin compañía.
La poesía enigmática que nadie puede explicarme.
La puesta de sol consciente de un amanecer solitario.
Un postre sin azúcar.
Una lágrima a la que no sigue el llanto.
El tono insistente al otro lado del teléfono.
Una mesa de cafetería.
Té amargo.
El agua del mar.
El abrigo único colgado detrás de la puerta.
Una ventana cerrada.
Los suspiros, que son aire van al aire que los diluye.
Un bolígrafo escribiendo versos.
Y la espera. Esa es la mayor soledad. Esperar y esperar a que, finalmente, nada suceda.

23/11/09

La soledad buscada


Cuando el futuro se antoja tan difuso, la soledad se convierte en medicina de silencio. Es entonces cuando las relaciones con los demás se ponen a prueba, cuando surgen los reproches, cuando hay gente que no respeta ese silencio y se siente incomprensiblemente herida, como si estuviéramos cometiendo alguna especie de pecado de omisión. Y cuando regresamos del exilio, recuperados pero todavía heridos, surgen los reproches, las lánguidas respuestas que tensan la conversación y apremian a evitar la próxima, y se revela la amistad como un cúmulo de obligaciones ante las cuales no tenemos excusa aunque nada podamos exigirles. Todo esto en un mundo de soledad en el que el derecho a la soledad parece no existir.

Y regresamos al exilio tan sólo preguntándonos cuándo tendremos ganas de salir de él de nuevo.

18/11/09

Viaje al Oeste (7)


Estamos tan acostumbrados a enfrentarnos a folios impresos y encuadernados que a veces olvidamos que la literatura ha sido, a lo largo de su historia, eminentemente oral. No comprendemos la literatura como algo escuchable y es por ello que raras veces identificamos el teatro con ella. Incluso hemos relegado el que nos lean una historia como una actividad más bien propia de niños. También el cine es literatura aunque no nos demos cuenta, sólo que más evolucionada y con sus propias normas para contar historias (si me preguntaran a mí por el futuro de la literatura, diría que está en la novela y en el cine).

Bien es cierto que poco tiene que ver todo esto con las aventuras y enseñanzas del Rey Mono, pero no he podido evitar que me llame la atención el final de cada capítulo de esta descomunal historia: "No sabemos que ocurrió después. Quien quiera descubrirlo tendrá que escuchar con atención lo que se dice en el siguiente capítulo." Con sus variaciones.

Y la clave está en la palabra "escuchar", porque no dice leer, dice escuchar. Así que lo que ahora nos planteamos (yo me planteo) como miles de páginas de concentrada lectura, habría que entenderlo más bien como numerosas horas de paciente escucha. Es lógico si tenemos en cuenta la época en la que fue plasmado por escrito; si bien eso sucedió en el siglo XVI, se trata de la unión y novelización de historias muy anteriores, y no hace falta insistir en el altísimo porcentaje de analfabetismo que había, más aún en un país como la China, cuya escritura ideográfica (sin ninguna indicación de la fonética) y sus más de cinco mil caracteres complejos (bien es cierto que muchos de ellos formados a partir de la unión de otros más sencillos), ha provocado que el analfabetismo llegara hasta bien entrado el siglo XX, e incluso muchas personas mayores continúan sin saber leer ni escribir a día de hoy.

Pero hoy ni siquiera queremos escuchar y se hace alarde de la incultura que antes provocaba vergüenza o, cuando menos, comedimiento. ¿Cúantas veces hemos oído a otros decir que de eso "ni sé ni me interesa" o despreciar los conocimientos de otros por facilones o por inútiles? ¿Cuántas veces hemos oído aplicar el estúpido refrán de que sobre gustos no hay nada escrito a las artes por gente que las desconoce totalmente?

Quizá el problema sea nuestra forma de adquirir conocimientos, porque lo hacemos leyendo en privado y eso nos imposibilita compartirlos. Porque escuchar es una actividad que suele hacerse en grupo. Y quizá si todos esos adoradores de su propia ciencia infusa se hubieran dedicado a escuchar más, y hubieran escuchado con atención lo que se decía en el siguiente capítulo, ahora tendríamos un mundo menos idiota del que tenemos.

17/11/09

Diarios madrileños (8)


El otro día (hace ya un tiempo) me subí a un vagón del metro, me senté y me dispuse a leer durante el trayecto, como hago casi siempre para combatir el tedio que produce la permanencia excesivamente larga en este medio de transporte madrileño. Entonces comencé a sentir una leve presión en la punta de mi zapato y, al levantar la vista, me percaté de que un tipo se había sentado frente a mí y, no alcanzo a comprender por qué, ejercía una continuada presión de su pie contra el mío. Lo miré con cara de no demasiados amigos y pareció darse por entendido porque se detuvo en el acto. Pero sólo lo pareció, pues al instante volvió a comenzar su jueguecito.

No suelo esperar encontrarme a gente demasiado inteligente en Madrid, pero tampoco a imbéciles de este calibre. Así que decidí cruzar las piernas y seguir leyendo, aprovechando el movimiento para propinarle una suave patada con el pie que tenía que elevar, a ver si así pillaba la indirecta. Inmediatamente recogió sus piernas y yo pude dedicarmede nuevo a la genial novela de la que me estaba estropeando las últimas páginas.

Y cuando llevaba ya unos segundos de tranquilidad cabió su estrategia. Ya no empujaba mi pie con el suyo, sino que ahora me daba continuos golpecitos en el que aún me quedaba en el suelo. No sé si pretendía ligar conmigo o qué. De hecho ni siquiera podía asegurar que semejante idiota fuese natural y no fabricado en un laboratorio con fines científicos: probar la paciencia de la raza humana, por ejemplo.

Respiré aliviado al descubrir que yo no era en absoluto objeto de sus oscuros deseos sexuales, o al menos así quiero creerlo. Un segundo personaje visiblemente ebrio llegó hasta allí desde la otra punta del vagón y, señalando a una chica a la que había dejado sola, le dijo: "Señor, sea caballeroso y permita sentarse a una señorita". Bueno, los términos no fueron exactamente esos y costaba entenderlos entre balbuceos, pero la idea sí. Entonces el imbécil se levantó y pude observar en él una borrachera aún mayor que la de su compañero. No estaba mal para ser la doce del mediodía.

Ahora un recomendación. Un sábado a medianoche eso hace cierta gracia. Un día entre semana a mediodía eso toca los cojones.

16/11/09

Viaje al Oeste (6) Citas


Tú no eres más que una bestia que ha obtenido en esta reencarnación un envoltorio humano. ¿Cómo te atreves, entonces, a aspirar a lo que nunca podrás alcanzar y está totalmente por encima de tus posibilidades? Tu actitud constituye una pura blasfemia.

12/11/09

Viaje al Oeste (5)


Generalmente es el héroe protagonista de una aventura quien debe cruzar los infiernos para regresar al hogar y no un personaje secundario, pero el efecto dramático resultante es el mismo. O similar. En realidad este infierno no se parece tanto al de Odiseas o Eneidas, pero supone también el paso que debe atravesarse con éxito para llegar a la patria. Pongámonos en antecedentes:

El emperador Tai-Chung había prometido al Rey Dragón del Río Ching proteger su vida, ya que éste había sido condenado a muerte por desobedecer las órdenes del Emperador de Jade. Tai-Chung llama a su presencia a Wei-Cheng, el juez encargado de ejecutar la sentencia, y comienza una partida de ajedrez con él para distraerlo de la ejecución de su cometido. Wei-Cheng se duerme durante la partida, lo que tranquiliza al emperador. Pero al despertar aquél, los guardias de palacio aparecen con la cabeza de un dragón y Wei-Cheng explica que ha acudido en sueños a decapitarlo. Por lo sucedido, Tai-Chung ha incumplido su promesa, así que el Rey Dragón exige su presencia en el Infierno para ser juzgado, por lo que el emperador muere, su espíritu acude al juicio en el infierno, es absuelto y al tercer día regresa a la vida.

No hablaré de lo recurrente del tercer día como motivo literario en esto de las resurrecciones, ni de los motivos para acudir al infierno, sino del tránsito por él. Lo que salva la vida a Tai-Chung no es el juicio en sí, sino el haberse sabido conducir con sabiduría y rectitud, pues esas dos cualidades son las que permiten primero que se celebre un juicio que no tenía por qué celebrarse, y segundo que sea absuelto en él. Y aquí viene la enseñanza, porque Tai-Chung no es un hombre sabio y, consciente de ello, acata los consejos de Wei-Cheng y eso le permite salir con bien. Este último es la figura de la autoridad moral, tan difusa en estos días, cuya palabra debe escucharse y debe creerse cuando desconocemos algo, es el maestro a quien debe respetarse porque sus conocimientos estánmuy por encima de los nuestros. ¡Qué raro resulta tal sometimiento al estudio en nuestro tiempo! El camino del hombre sabio exige estudio, pero en su carencia reclama que escuchemos y aprendamos de quien estudió antes que nosotros; algo incomprensible hoy, cuando quien no sabe se inventa sus propias teorías y se encierra en ellas, poniendo su ignorancia al mismo nivel de los conocimientos de otros.

El segundo elemento de salvación para Tai-Chung es la sinceridad, algo despreciado hoy en día en favor de la astucia. Cuando le preguntan en el juicio, él no busca la respuesta más adecuada para su salvación, sino que ofrece la verdadera, dejando así al descubierto sus carencias y defectos. Pero eso no importa, pues ya ha puesto de manifiesto su predisposición hacia el aprendizaje, que es el camino para solventar los errores cometidos.

Así pues, esa jerarquización entre maestros y buenos discípulos es la que hace al mundo funcionar correctamente, y su ruptura la que hace a una sociedad entrar en proceso de decadencia. Recemos para que estos antepasados se equivocaran, porque si esto es cierto estamos en pleno proceso de batacazo universal.

6/11/09

Viaje al Oeste (4)


Es curioso ver cómo los mismos temas e historias casi paralelas se repiten en las distintas literaturas, por alejadas que parezcan sus respectivas culturas. Un héroe libera un arma de la prisión en la que permanecía encerrada, y ésta, de poderes invencibles, recibirá un mal uso por parte de su dueño, lo que finalmente provocará su caída.

¿Les suena de algo? Seguro que todos están ya pensando en Excalibur; pero bien podría tratarse de la Barra Complaciente de los Extremos de Oro de Sun Wu-Kung. Les pondré en antecedentes. Cuando el Rey Mono pide un arma y ninguna de las que le presentan le agrada, el Rey Dragón del Océano Oriental lo lleva hasta la barra que mide la profundidad del Río Celeste. El Rey Mono será el único inmortal que consiga empuñar la barra, que se convertirá en su arma a partir de ese momento. Por desgracia, las acciones que con ella acometerá no serán las más adecuadas: obligar al Rey Dragón a proporcionarle una armadura y un casco, borrar su nombre del libro de la muerte, exigir un título entre los dioses, devorar los melocotones de la inmortalidad, arrasar las estancias de Lao-Tse y declarar la guerra al Emperador de Jade (la más alta autoridad en los cielos, algo así como Zeus para los griegos). Por todos esos crímenes será finalmente derrotado por el maestro budista Tathagata, que lo encerrará bajo la Montaña de las Cinco Fases con un anuncio: "Una vez que se hubiera cumplido el tiempo de su castigo, acudiría a liberarle un enviado del cielo. [...] Si algún día logra obtener la libertad, se pondrá al servicio de Buda y emprenderá un larguísimo viaje hacia el Oeste."

Y ahí tengo detenida la lectura, a la espera de que Sun Wu-Kung sea liberado. No pueden negarme que, con ciertas diferencias, las dos hitorias son, digamos, similares: ambas son la historia del instrumento divino de justicia cuyo uso se pervierte. Pero lo sorprendente es que la historia se repite en casi todos sus pasos. Aunque a partir de ahora las historias se separarán, pues si la del Rey Arturo es de destrucción, del hombre que sucumbe a sus pasiones y de cómo la sociedad utópica es destruida por el afán de poder, la del Rey Mono es, en cambio, una historia de superación en la que el espíritu debe elevarse por encima de las pasiones (a nadie se le escapa que Wu-Kung no acaba muerto como Arturo, sino encerrado a la espera de su liberación y su redención). Sun Wu-Kung comenzó en las alturas y cayó por no atender a lo que todo el orden celestial le indicaba. Ahora deberá tomar el camino de Buda (el hombre sabio) y emprender su Viaje al Oeste para purgar sus culpas y alcanzar la iluminación, porque la historia del Rey Mono no es la historia de un reino, sino de la individualidad que debe aprender a superarse como camino de aprendizaje.

3/11/09

Jose Luis López Vázquez


Se ha despedido de todos Jose Luis López Vázquez. Con él va extinguiéndose el número de los verdaderamente grandes del cine español.

30/10/09

La obra sin fin


Hace ya tres o cuatro semanas, no lo recuerdo, que Río de Janeiro ganó el concurso de popularidad e idiotismo en el que se había convertido la disputa por las olimpiadas del 2016. Yo, personalmente, se las habría dado a Tokio que, a pesar de haber mentido descaradamente sobre el avance de las obras para el evento, a nadie se le escapa que son japoneses, capaces de tener todo listo para la fecha y la ciudad de punta en blanco. No así en el caso de Madrid, ciudad en la que las carreras de obstáculos podrían disputarse en la Gran Vía, la natación en algún agujero lleno de agua de la Puerta del Sol y el tenis en Barajas, que probablemente sea el único lugar de la ciudad con superficies planas, por eso de que las necesitan los aviones. Los que mejor lo tendrían serían los golfistas más intrépidos, pues dispondrían de todo un descomunal campo de obstáculos capaz de satisfacer las exigencias del más osado.

Digo esto porque el fin de semana pasado visité Madrid y me topé con la incomprensible cantidad de obras que la asolan y que parece que nunca tendrán fin, mucho menos para fecha tan señalada como unas olimpiadas, sean éstas el año que sean. Porque lo de Madrid y su empeño en perforar calles y plazas no es algo ni mío, ni nuevo. Allá por el año 1948 Miguel Mihura se burlaba del asunto en Mis memorias de la siguiente manera:

Cuando yo estaba a punto de nacer, Madrid no estaba inventado todavía, y hubo que inventarlo precipitadamente para que naciese yo y para que naciese otro señor bajito, cuyo nombre no recuerdo en este momento, y que también quería ser madrileño.
La ocurrencia de inventarlo fue de un pastor, llamado Cecilio, que una tarde, cuando paseaba por el campo llevando en brazos a sus ovejas y meciéndolas maternalmente, como entonces hacían los pastores, vio un gran terreno, todo lleno de hoyos, de agujeros, de escombros y de montoncitos de arena.
- Aquí se podría hacer Madrid, para que naciese el señor Mihura y ese otro señor bajito, que nunca me acuerdo cómo se llama, y que también quiere nacer en Madrid -pensó Cecilio.
Y llamó a gritos a otro grupo de pastores, amigos suyos, a los cuales les comunicó su idea, que a todos les pareció maravillosa.
- Efectivamente -dijeron-, Madrid no está inventado y sería un buen negocio inventarlo, porque a la gente lo que le gusta es vivir en Madrid y dejarse de estar en provincias, paseando como una tonta por la calle Nueva o por el Malecón, y venga a bostezar.
- ¿Pero no costará demasiado caro? -expuso una oveja, inocente, blanca, llena de ricitos, y con su femenino sentido del ahorro.
- Nada de eso -afirmó Cecilio-. Lo difícil de Madrid es hacerle los agujeros, los hoyos, las cuestas y los montoncitos de arena. Pero como este terreno ya los tiene, lo demás no será complicado.
Y después de discutir sobre otros extremos, aquellos pastores fundaron la "Sociedad Anónima de Pastores Reunidos para la Construcción de Madrid y sus Alrededores".

Y unos añitos antes, con el siglo XX todavía joven, en 1903, Pío Baroja hablaba en La busca de los hornillos de obras de la Puerta de Sol casi como un elemento habitual de mobiliario urbano:

Estaban asfaltando un trozo de la Puerta del Sol; diez o doce hornillos, puestos en hilera, vomitaban por sus chimeneas un humo espeso y acre.

Así que, como ven, el problemilla no me lo estoy imaginando y parece que va para largo.

Pero vamos a dar un voto de confianza a la ciudad, y vamos a pensar que el ayuntamiento es responsable e iba a cumplir su objetivo de que todas las obras estarían terminadas para las ilusorias olimpiadas de Madrid 2016. En ese caso me compadezco enormemente por los madrileños, pues, ahora que esa fecha ya no existe, nadie puede librarlos y del acoso de las obras públicas. Públicas y sin sentido, porque fíjense en los detalles: en Barcelona el ave tiene que llegar a la Sagrada Familia y se utiliza una tuneladora sin levantar todas las calles; en Madrid los cercanías tienen que llegar a la Puerta del Sol y la plaza permanece abierta en canal durante seis años (aunque creo que por culpa de innumerables obras consecutivas, no sólo por los trenes). ¿Ven la diferencia? Quizá la consecución de unas olimpiadas sea la única manera de que las obras cesen por fin y ése sea el verdadero motivo de que todos los madrileños las deseen tanto.

22/10/09

Viaje al oeste (3) Citas


Siempre debe huirse de la astucia, porque la fortuna y la fama están prefijadas de antemano. La verdad y un obrar recto son producto de la virtud y a veces llegan a alcanzar la edad misma del cosmos. La arrogancia, por el contrario, atrae la cólera del Cielo. No importa que su reacción parezca tarda en producirse; siempre termina dándose. Su implacabilidad es tan cierta como la de la venganza.

Viaje al oeste, Cap. VII

19/10/09

Viaje al oeste (2) Citas


-Cuando los inmortales desean volar por las nubes -explicó el patriarca- lo primero que hacen es dar un fuerte pisotón sobre la tierra y en seguida se elevan. Tú, por el contrario, das un salto. Así que, para enseñarte a dar vueltas de campana por las nubes, tendré que acomodarme a tu peculiar forma de obrar.

Viaje al oeste, Cap. II

18/10/09

Contaminación acústica


Hoy el Diario de Navarra trae un titular ante el que, la verdad, no sé cómo posicionarme. La gracieta es la siguiente: "Las once campanas de la catedral de Pamplona sonarán un 30% más tras su restauración".

Pues qué quieren que les diga; por supuesto que hay que restaurar las campanas, que son obras de arte en sí mismas, pero me entran dudas acerca de cuál es verdadero obetivo de esa restauración. ¿Necesitan realmente ser restauradas? ¿O más bien la necesidad es que toda la ciudad oiga el repicar diario de todas las misas para que tengan conciencia de dónde deberían estar cuando comieza una? Deberían medirse los decibelios emitidos por esos monstruos de bronce como se hace con cualquier otro tipo de local, pues dudo mucho que a una persona de mediana edad le moleste más el ruido de un bar que haya cerca de su casa un sábado por la noche cuando quiere ver una película y descansar, de lo que me pueden molestar a mí las campanitas un domingo a las diez de la mañana después de haber salido y quiero descansar. Yo no voy por las calles con un altavoz al hombro y esparciendo mi música el sábado noche, así que lo mínimo que espero es que tampoco lo tenga que soportar los domingos por la mañana.

Entiendo que las campanas de las iglesias tienen cierta tradición y que ni pueden ni deben silenciarse así como así, pero no entiendo cosas como que se restauren para que suenen más fuerte (ese parece el objetivo según el titular), o que a nuevas iglesias que antes no estaban ahí y que no deberían irrumpir sonoramente para molestar les coloquen estruendosas falsas campanas por megafonía (algunas de ellas con musiquitas y todo).

No sé, si el problema es únicamente el tipo de sonido, pues me grabaré el sonido de una campana de iglesia y la pondré a tope todas las noches, que supongo que eso a nadie le molestará. Es más, seguro que me toman por una persona comprometida y pía.

16/10/09

Visita a domicilio


Empiezo a creer que estoy rodeado de tarados. Hace tan sólo unos días que estoy de regreso en Pamplona y el otro día me encontraba subiendo al trastero los libros de mi habitación (quien me conoce sabe que eso es un trabajo de titanes), cuando recibí a uno de mis nuevos vecinos... o algo así. Estaba yo con la puerta abierta cargando libros en mis brazos cuando llega un tipo hasta la puerta de mi casa, se me queda mirando y me pregunta:

-¿Es este el cuarto?

-Mmmmm... sí.

Y casi sin dejarme terminar de pronunciar la sílaba el chaval ya estaba entrando en mi casa, así que solté los libros y:

-¡Quieto! ¿Dónde vas?

-Pero... ¿No me has dicho que esto era el cuarto?

-Sí, pero.... Yo sé quién eres tú.

No creí que necesitara más explicaciones, pero al decirle esto se quedó con cara de confusión. Parece que el muete estaba acostumbrado a entrar en casa de todo el mundo así como así. Por un momento me vi explicándole que como no sabía quien era no iba a dejarle entrar en mi casa porque era lo que suele denominarse un desconocido y yo los perros abandonados no los acojo en mi casa, los llevo a la perrera.

-¿Carlos?- así me lo dijo, como si fuera un santo y seña, supongo que me preguntaba si quien respondía a ese nombre vivía aquí, porque si me estaba preguntando si yo era el tal Carlos la cosa ya rozaría la locura (supongo que conocería a sus amigos). Y allí se quedo, parado, con cara de bobo, mirando hacia el interior de mi casa y con claras intenciones de querer lanzarse al interior para buscar a ese Carlos.

-¿Te has dado cuenta de que aquí hay dos puertas? Quizá sea el vecino.

Así que llamó al piso de al lado y allí se metió. Más tarde me comunicaron que en el piso de al lado ahora hay unos estudiantes, y si antes me preocupaba por el grado de cultura de los universitarios actuales ahora también me preocupa su grado de inteligencia. Sólo espero que no todos sean como la ameba que el otro día se asomó a mi puerta.

15/10/09

Viaje al oeste (1)


En vista de que el libro en cuestión (Viaje al oeste) calza la friolera de tres mil páginas y su material narrativo es inmenso, he decidido que cada vez que encuentre algo en él que me llame la atención lo trasladaré a esta página. Son sólo dos los capítulos que llevo leídos pero me han recordado mucho a algo que leí en mi tierna juventud: me refiero al Señor de los anillos. Si bien la historia en la novela de Tolkien tiene un tiempo lineal al que todos estamos acostumbrados, las historias anteriores de sus protagonistas no pertenecían a un tiempo que se caracterizase por su linealidad, cosa que habrán podido comprobar todos aquellos que tuvieron el acierto de acercarse al Silmarillion o al Libro de los cuentos perdidos (del que hace unos añitos nos colaron como una novela inédita, hace falta ser caradura, Los hijos de Hurin). En esas historias el tiempo no era una sucesión lineal de acontecimientos, era otra cosa en la que los personajes se movían por los dictados de lo que había de suceder y no siempre apoyados en sus propios actos anteriores, que podían incluso llegar a ser borrados.

Esa concepción casi mística del tiempo de la que hacía uso Tolkien nos fascinó a muchos, los que éramos capaces de ver más allá de elfos y de orcos y, a mí al menos, me parecía tremendamente original. Pero amigos, no hay nada nuevo bajo el sol, y a día de hoy descubro de dónde salió todo aquello, que no sólo la teñía de magia, sino que además daba viveza a la narración: de la literatura clásica china. En Viaje al oeste aparecen muchas de las cosas a las que, leyendo a Tolkien, nos habíamos acostumbrado: una narración rápida llena de acción y un tiempo que rompe su linealidad (es deudora también de esto la famosísima Cien años de soledad), esos personajes mágicos que irrumpen en nuestro mundo, acciones guiadas por una enseñanza pero meramente ilustrativas y en absoluto moralizantes... Y ese cambio de nombre en los personajes que tanto molesta a algunos del autor inglés.

En efecto, Viaje al oeste ofrece los secretos de los nombres de sus protagonistas, y el principal de estos protagonistas, en tan sólo dos capítulos que llevo leídos ya lleva tres nombres puestos: en primer lugar él nace de una piedra, por lo que es llamado el mono de piedra; tras eso logra un reino para los monos y los gobierna, por lo que pasa a ser conocido como el hermoso rey de los monos; por último al aprender los misterios del Tao, su nombre pasa a ser Sun Wu-Kung. Y, por supuesto al igual que nos sucedía con los personajes de Tolkien, cada vez que regresa a un lugar visitado anteriormente recupera el nombre que allí utilizaba, puesto que es por el que lo conocieron los habitantes de esa región.

Queda así cerrado literariamente el círculo de un mundo que viaja en un tiempo más circular de lo que nos parece y que recupera constantemente formas pasadas tiñéndolas de novedad, o más bien de un tiempo difuso en el que hace mil años en China ya se escribía según los cánones triunfantes en Tolkien o en Cien años de soledad.

14/10/09

El imbécil del balcón


Hay gente que debería nacer con un par de hostias bien dadas de serie, a ver si así se les quitaban las ganas de andar tocando las narices. Estaba yo aparcando el coche hace apenas media hora, y en el sitio que había elegido (lo de elegido es un decir, porque hay que ver cómo está el patio) alguien había colocado una valla que estaba poco menos que arrojada allí. Por miedo a rayar el coche con la condenada vallita (y de paso para que no lo rayaran los que vinieran detrás) me he bajado y he colocado la valla sobre la acera, pegadita a la puerta de garaje frente a la que estaba para que no molestara. Antes de ello por supuesto que he mirado que no hubiera allí ningún vado, y como no lo había, pues no he estado dispuesto a dejar de aparcar yo mi coche, con lo difícil que está el asunto, para que nadie tuviera una plaza de garaje propia y gratuita a mi costa.

El caso es que he aparcado y al bajar del coche un señor mayor (y lo de señor es otro decir) me ha soltado desde un balcón: "¿Qué? Así se queda ¿no?". Yo, que no había identificado ningún tono malicioso en su frase (y la verdad es que me había costado bastante aparcar, así que podía ser incluso jocosa), le he respondido con total naturalidad: "Pues sí, de ahí ya no se mueve". Momento en que el ser involucionado de edad avanzada ha comenzado a proferir gritos y a decirme que iba a denunciarme y no sé que sandeces más.

No voy a hacer más comentarios, de todos modos qué más comentarios pueden hacerse de un tipo que pasa toda la mañana apoyado en su balcón de un primer piso para ver con quién puede discutir ese día, para arrogarse el derecho de decir a los demás lo que deben hacer, para tocar las narices en general a todo el que pase. Porque de algo estoy seguro: ayer la emprendería con otro, y mañana, sin duda, con otro más.

*Nota: El de la foto no es el que me ha gritado a mí. Éste hasta tiene cara de majo.

22/9/09

Citas


¡Paz! ¡Paz! No podía creer que esa palabra con sonido de campana, que sonaba perpetuamente a lo lejos, fuera algo más que un zumbido en mis oídos.

YUKIO MISHIMA, Confesiones de una máscara

11/9/09

Las sorpresas de la capi (3)


Pues no, la academia de música diapasón no es ningún edifico oficial ni nada por el estilo. Es lo que su propio nombre indica: una academia de música. Al parecer en Madrid si yo monto una tienda puedo plantar señales de tráfico a mi antojo para que la gente venga, sin que nadie haga nada al respecto (claro que allí nadie hace nada al respecto de demasiadas cosas). Pero bueno, dejando a un lado cosas evidentes, digo yo que ya que se anuncian con una señal de tráfico al menos podrían tener la delicadeza de no apuntar con ella en ssentido prohibido: pueden ver como al lado de la señal puede verse otra de sentido obligatorio que se confronta con ella. A ver si ahora veo alguna señal de un estanco, que eso es algo que nunca encuentro.

8/9/09

Meditando

Qué triste saber que todos saben lo ocurrido y que nadie se molesta en dar señales de vida.

7/9/09

¡¡¡Vaya mierda!!!


Generalmente nos quejamos de que nuestras ciudades están llenas de mierdas de perro y en más de una ocasión nos gustaría agarrar al dueño por banda y hacerle practicar la coprofagia con su mascota. Pamplona, por ejemplo, es una especie de vergel para estos cerdos (me refiero a los dueños). En Madrid, sin embargo, esta colección de heces caninas apenas se ve por las calles (alguna te puedes encontrar, lo contrario entraría en el terreno de los imposibles).

Podríamos pensar, entonces, que el enfado por haber pisado una mierda no existe en esta idílica ciudad con propietarios de mascotas civilizados. Nada más lejos de la realidad. Podríamos pensar, también, que el enfado de un madrileño hipotético al que nos encontráramos después de que este hubiera pisado una mierda es desproporcionado. Nada más lejos de la realidad tampoco, pues el daño también lo sería, pudiendo llegar incluso a la altura del tobillo. Y es que aquí lo peligroso no son los perros, sino los caballos de la policía, a los que parece que nadie obliga a salir con una bolsa para recoger los desperdicios de sus bichos, y háganse ustedes cuenta del tamaño de las heces. He visto monumentales mierdas de caballo en el parque del Templo de Debod, en la Plaza de España, en la Castellana (¿qué coño haría un caballo en la Castellana?), y a un caballo defecando en uno de los paseos del Retiro sin que el policía que lo llevaba se inmutara ni, por supuesto, hiciera el más mínimo amago de limpiar aquello.

Eso sí, si tu caniche se caga y no llevas una bolsa encima para recoger su creación seguro que te multan, y con un poco de suerte mientra lo hacen el perrillo quedará sepultado bajo una gigantesca defecación equina de la que, no lo duden, el poli ni se enterará.

4/9/09

Lecciones de literatura periodística (1.2)

Este para los que se cansen leyendo


La verdad es que no sé si decir que otro medio ha rectificado la noticia de ayer de la Agencia EFE o que aquí cada uno se inventa las noticias según le venga en gana. Hoy ADN publica lo siguiente:


Editorial Planeta lanzará 'El símbolo perdido' el 29 de octubre. La última novela de Dan Brown, autor de 'El código Da Vinci', tendrá una tirada histórica de 1.500.000 ejemplares.


Bueno, hay que reconocer que esa tirada sí es histórica (al menos en España) y sí que no tiene precedentes. Pero hay me quedo con la duda: ¿A quién debo creer? ¿A la Agencia EFE? ¿A ADN? ¿Habrá que esperar a mañana para ver qué dicen el resto de periódicos, por si engordan aún más las cifras y el señor Brown termina publicando más ejemplares que habitantes tiene el país? El problema de cosas como esta es que las noticias pasan a ser un chiste, y nada tiene que ver en esto la ética, sino el afán de los periódistas por ser impactantes, por llamar la atención... Por querer convertirse, en suma, en una especie de publicitarios de sí mismos.

3/9/09

Lecciones de literatura periodística (1)


Madrid, 3 sep (EFE).- La nueva novela de Dan Brown, "El símbolo perdido", la esperada continuación de "El Código Da Vinci", se publicará en España el próximo 29 de octubre con una tirada inicial de un millón y medio de ejemplares, una cifra sin precedentes en el mercado editorial nacional.

En ocasiones nos quejamos del pésimo periodismo que llevan a cabo algunos medios periodísticos, pero siempre nos queda la esperanza de que creemos que hay otros que sí lo hacen bien, y nos volvemos lectores asiduos de estos últimos: los que leen La Razón critican a Público y viceversa. Pero es que en este caso no hay escapatoria posible, pues la información proviene directamente de la Agencia EFE, uno de los pilares máximos del periodismo y que surte de noticias a los más variopintos medios del sector.

No me interesa meterme con la mayor o menor calidad de la nueva novela de Dan Brown, a la que pueden estar seguros de que no pienso ni acercarme, sino con cómo EFE se vende al sensacionalismo para exagerar la magnitud del evento y darle la máxima publicidad posible, lo que me hace pensar en por qué esta agencia cuya única misión es informar (o eso creía) está ejerciendo de vehículo publicitario para la novela de manera tan descarada (piensen que este mismo texto de arriba va a aparecer tal cual en muchos de los periódicos del país).

El caso es que nos informan de una tirada descomunal, "sin precedentes" dicen, en el mercado editorial español. ¡Qué manera de hinchar las cosas para que nos demos cuenta de la magnitud de lo que se aproxima! Pues bien, eso es hacer periodismo, digamos, del corazón: hablando por hablar, sin importar si somos veraces o no, sólo para resaltar nuestra noticia; pues la tirada SÍ tiene precedentes en el mercado español: El juego del Ángel, hace algo más de un año, ya tuvo una tirada de un millón de ejemplares en España. Y es que ya está bien de estos medios que utilizan las noticias como medios publicitarios de lo que sea, o de estos periodistas que escriben lo que les viene en gana sin comprobarlo para ver si así consiguen ser el más ingenioso de todos.

1/9/09

Diarios madrileños (7)


El domingo pasado me gané sin duda el Infierno, si es que existe. Y es que debo de estar contagiándome de esta ciudad y estar volviéndome madrileño, porque si no, no me lo explico, no tiene excusa mi reacción.

Iba por la calle intentando buscar un local para ING y conseguir así algo de pasta, que buena falta me hace, cuando uno de los miles de mendigos que tiene está ciudad comenzó a pedirme dinero. Yo lo ignoré, que es lo que tienes que hacer aquí si no estás forrado, pues te asaltan una media de quince de ellos al día. Pero él no se dio por vencido y comenzó a seguirme mientras me pedía para un vaso de leche, esa forma que usan tan a menudo para potenciar la lástima que pueden provocar en el viandante despiadado, pedir no dinero, sino "para algo", aúnque en este caso tengo la impresión de que la necesidad era bastante real (no siempre lo es, y no lo digo por ese lavaconciencias de: ¿para qué usará el dinero?). Yo estaba con los nervios y el cabreo por el atraco del día anterior aún a flor de piel, y el seguimiento que me hizo por la acera fue algo que no pude soportar, así que me giré y le espeté sin que se lo mereciera: "Dame, dame, dame, ¿me vas a dar tú a mí todo lo que nos robaron ayer?" Entonces, con voz lastimera y casi seguramente ensayada (lo que no me excusa), respondió que sentía haberme ofendido, que sólo me estaba pidiendo un vaso de leche.

Continué andando pero los remordimientos me asaltaron, de modo que entré a un chino, compré una caja de leche y un bizcocho y deshice mi camino para encontrarlo, al tiempo que separaba algo de dinero para no tener que sacar la cartera delante de él (aún me puede la desconfianza). Supongo que mi actitud nada tenía que ver con disculparme ni con hacer las cosas bien, pues tanto yo como el resto de humanos parecemos estar bastante insensibilizados ante esta situación, sino con liberarme de los remordimientos y la mala conciencia que mi acto anterior me estaba produciendo. Al final, tras regresar a donde me lo había encontrado y no verlo, y pasar casi una hora dando vueltas por la zona, no pude dar con él. No pude resarcirme de mi mala acción, más que resarcirlo a él (supongo).

El dinero ha vuelto a mi cartera. La caja de leche y el bizcocho están en mi despensa acusadores, no sé muy bien que hacer con ellos.

29/8/09

Diarios madrileños (6)


Madrid ha hecho ya lo último que le podía permitir. Han robado a mi novia EN LA PUERTA DE CASA. El bolso con la cartera, toda la documentación, un Samsung Omnia recien comprado... Háganse a la idea. Ya no acepto medias tintas: al próximo que me hable bien de esta puta escoria de ciudad le cruzo la cara. Necesita un Nerón que la haga arder hasta los cimientos para reconstruirla entera, porque está podrida hasta el tuétano, ningún buen sentimiento me despierta ya. Y la policía ha tardado una hora en tomarle declaración para cursar la denuncia, supongo que para darles tiempo a los ladrones de usar todas las tarjetas y hacer unas cuantas llamadas a la otra punta del mundo. ¿Pues no estoy empezando a apreciar la filosofía de Charlton Heston?

28/8/09

Citas


La pequeña burguesía tiene mal gusto en todas partes, pero el siglo XX merece el honor de haber concebido un modelo de burgués absolutamente imbécil con el suficiente nivel de vida para vivir singularmente y con la formación cultural de estricto hombre masa.


MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN, La soledad del manager

25/8/09

La pretenciosidad hecha mujer


¿Se les ocurre un título más pretencioso para una película que Mapa de los sonidos de Tokio? A mí sí: La vida secreta de las palabras. Mi vida sin mí todavía no tiene el suficiente empaque. Isabel Coixet parece querer demostrar la calidad de sus películas por medio de títulos insoportablemente pretenciosos (creo que voy a repetir mucho esa palabra en este post). Más allá del título, vistos los argumentos y leídas algunas críticas, no parece que haya, de todos modos, demasiada de esa calidad. Reconozco no haber visto ninguna, pero es que tengo por costumbre no ver ni leer nada cuya sola lectura del título ya me exaspera (es por eso que todavía me resisto a abrir las páginas de La insoportable levedad del ser, aunque esta novela acabaré leyéndola por lo bien que me han hablado de ella).

Algunos me criticarán por estar en contra de Isabel Coixet sin haber visto ninguna de sus películas, pero es que basta con ver y oír a esta mujer para saber que no tiene nada que ofrecerme. Por sus palabras sé que es una feminista recalcitrante, así que supongo que sus largometrajes estarán infectados de esa enfermedad ideológica y no quiero contagiarme (espero que nadie me tache ahora de machista, pues tan escasos de luces me parecen los unos como los otros). De hecho un amigo que fue al cine a ver una película de esta señora me contó que sintió que habían estado abroncándolo durante todo el tiempo de metraje por ser un hombre y por lo tanto un desalmado y un cerdo.

Por su imagen, basta ver la de arriba, una mujer con aspecto de autosuficiencia, escudada tras el tipo de gafas de los supuestos bohemios modernos, que estoy convencido de que ella cree que le dan un aire intelectual. Todo en ella me resulta artificial, no veo por qué no van a resultármelo también sus películas. Y esa es otra cosa que no entiendo: ¿Por qué tantos directores se empeñan en hacer películas aburridas en las que los protagonistas tienen "terribles problemas existenciales"? ¿De verdad a alguien le gustan o es que hay tantos imbéciles que creen que eso es ser un intelectual? La gente cree que por ser difícil algo es bueno, y es una pena que ya nadie parezca poder distinguir entre lo difícil y lo vacuo.

PS: Ejemplos de películas difíciles: 2001, Cabeza borradora
Ejemplos de películas vacuas: Dancer in the Dark, Nueve vidas

20/8/09

Puerta del Sol 1900

Su figura emergía difuminada en la plaza, con tanta lentitud que el estatismo que transmitía parecía apoderarse también del resto de los personajes que allí se hallaban. Apenas una franja de carne en la que se adivinaban sus agrietados ojos se dejaba ver a través del ínfimo hueco que permitían una gorra inclinada adelante y las solapas levantadas de un abrigo de lana. Nadie se percató de su presencia, tan ocupados estaban todos en torno a un enorme objeto que parecía revestir un interés fuera de los común. Desde mi posición no podía distinguirse de qué se trataba, aunque parecía ser alguna especie de gigantesca olla metálica negra. El caso es que no se veían brasas encendidas bajo ella ni en ningún otro lugar y... ¿de qué iba a servir una olla sin un fuego al que arrimarla? Y viendo las trazas de los congregados (abrigos raídos, sombreros estropeados, pañuelos desgastados sobre las cabezas de las mujeres, barbas descuidadas, algunos cubiertos por mantas agujereadas...), sólo un fuego y una comida podían reunirlos con tal efectividad. Al observar con más atención vi cómo, en la base del misterioso objeto, estaban apoyadas las cabezas de algunos de los congregados. Entonces comprendí. No era comida lo que allí se habían acercado a buscar. En seguida vi más objetos idénticos que al principio me habían resultado invisibles por la aglomeración. Se trataba de los hornillos destinados a calentar la brea para el asfaltado de la Puerta del Sol, ya apagados pero calientes todavía, y los allí congregados se habían acercado en busca de aquel calor. Todos ellos gente de la calle que en raras ocasiones encontraban estufas semejantes, y que habían visto la ocasión de dormir calientes aquella noche, mientras no se enfriaran los hornos. El hambre no iba a desaparecer, pero al menos aquello aliviaría parte de su pesada carga. Y allí se amontonaban, unos sobre otros, formando una montaña de telas mermadas por el tiempo y la intemperie, un gigantesco carro de ropavejero hambriento de nueva mercancía que no dejaba de encontrarse por las calles.

12/8/09

Extrañas prohibiciones (1)

¿Cómo? ¿Que no puedo colocar mi sombrilla cuando voy a darme un baño a las tres de la mañana? Y si me cojo un cáncer de piel ¿qué? ¿Eh? Con lo peligrosa que dicen que es la luz de la luna. La verdad es que en esta playa no tienen vergüenza. Pues yo no pienso ir, no vaya a ser que por no tomar precauciones me alcance un rayo lunar en pleno ombligo y luego parezca una diana.

11/8/09

PyongYang


No se trata de una obra maestra pero resulta una lectura más que interesante. Guy Delisle, animador del Canadá francófono, viajó en .......... a Pyongyang para hacerse cargo de una serie de animación. En esta historia cuenta lo que vio allí durante aquellos meses.

La historia en ocasiones parece una mera parodia del régimen de Corea del Norte, pero él asegura que no, que excepto en aquellas ocasiones en las que los chistes que él introduce son evidentes, no se inventa nada. Es más, en muchas ocasiones no daba crédito a las cosas que estaba viendo. Así asistimos al desfile de un mundo gris en el que un sistema de gobierno demencial lo invade todo, convirtiendo a sus ciudadanos más privilegiados en soldados del país y, al resto, en mascotas obedientes dispuestas a lamer la mano de su amo.

Vemos autopistas descomunales que conducen a los monumentos del líder y por las que no transita nadie y poblaciones comunicadas por caminos sin asfaltar, ciudades en las que toda la iluminación se limita a los hoteles para los turistas, edificios cuya construcción ha sido congelada y permanecen eternamente inacabados, ciudadanos uniformados con el pin de su líder, mujeres que trabajan “voluntariamente” en las tareas de construcción y limpieza de la ciudad, niños con constantes e idénticas sonrisas que participan en desfiles de enaltecimiento de su líder... Pero de todo esto dos cosas llaman especialmente la atención, dos chistes tan atrayentes por lo trágico. El primero de ellos es una viñeta que muestra el reparto del arroz que el país recibe de la ayuda internacional: en él se muestra cómo aquellos más cercanos al partido pueden incluso tener excedentes, y como, conforme más alejado del poder se está, se recibe menos, hasta llegar a aquellos que no pertenecen al partido y que viven en un estado de absoluta pobreza y marginación social, como si no existieran. Al ver esa viñeta no he podido evitar recordar Farenheit 451, donde los que no se plegaban a la voluntad del gobierno tenían que recluirse en la marginalidad.

El segundo era un chiste que iba apareciendo a lo largo de la historia, en el que se nos mostraba a sospechosos de una ronda de reconocimiento para que identificáramos quiénes eran los enemigos del estado. Al final de la historia no quedaba ninguno.

Por lo demás, la historia resulta demasiado lineal para mi gusto, pero también muy entretenida e instructiva. No nos engañemos, no es una critica política ni social, aunque también contenga crítica. Es un libro de humor... humor de la tragedia.

9/8/09

Sabias y laicas palabras


El verdadero desafío es convencer a las sociedades islámicas de la validez de los valores laicos y no el de conducir a las sociedades occidentales a impregnarse nuevamente de razonamientos religiosos. Todos debemos defender el valor humano de la libertad, la libertad religiosa incluida. Estos valores, sin embargo, no son fruto de principios religiosos. Los auténticos valores occidentales manan precisamente del laicismo. Cualquier religión cuando ha ejercido el poder se ha limitado siempre a eliminar a aquellos que no creían en su Verdad.

Zouhir Louassini, El País, 1/4/2008

No sé ustedes pero yo estoy un poco cansado ya de los discursos apocalípticos que se viene gastando el Gran Emperador Benedicto XVI (que esa es otra: si el anterior se llamaba Giovanni Paolo II y en España era Juan Pablo II, por qué a este no lo llama ni Dios Benito XVI). Que si la familia se ve atacada por la sociedad occidental, que si hay que tener una fe fuerte frente al Islam, que si se nos está enseñando una falsa moralidad que nos hace alejarnos de la verdadera moral cristiana... y ahora los nuevos siete pecados capitales, que los de antes ya no motivan.

El caso es que resulta vergonzoso cómo el Papa utiliza el terrorismo islámico como arma propagandística para el catolicismo: contra el avance del peligrosísimo Islam todos hemos de unirnos tras la bandera de Cristo, viene a ser su premisa. He de reconocer que en los primeros días de su mandato el nuevo Papa me caía mejor que su predecesor, el pro opusiano y ultraconservador Juan Pablo II. Le acusaban de ser el prelado encargado de la defensa de la fe, la nueva inquisición lo llamaban, pero esto no era más que una tarea teórica. Es decir, el decía cómo eran las cosas sin discusión según la religión revelada, pero lo hacía para aquellos que profesaban esa religión, y punto. Sin embargo ahora se ha vuelto demasiado expedicionario y se adentra en aguas peligrosas: parece querer imponer su catolicismo férreo a todo el mundo sin importar nada. Al menos a toda Europa.

El fragmento anterior viene no porque se ponga en tela de juicio la actuación del Vaticano, que a eso ya estamos acostumbrados, sino porque quien lo hace es un periodista marroquí. Por eso que me haya llamado la atención: se trata, por fin, de un musulmán promoviendo el laicismo y diciendo que la religiosa no es la forma adecuada de gobierno. Es la primera vez que veo a un musulman criticando al islam, es la primera vez que veo a un musulmán criticar al catolicismo sin encender teas. A ver si a partir de ahora sale alguno más.
*Sí, sé que el post llega un poco tarde, pero es que lo escribí y nunca lo publiqué (de hecho no publicaba nada). De todos modos no voy a explicar una vez más la poca importancia que le concedo a la actualidad informativa.

4/8/09

Las sorpresas de la capi (2)


Pues... si se ponen así de serios habrá que pedir un frapuchino ¿no? Cualquiera se atreve a pedir una cerveza por eso del calor; pero si esto también está frío. Lo único es que no creo que la montaña esa de nata que lleva por encima quite demasiado la sed, pero eso son tonterías sin importancia, no hay que ser tan quisquilloso.

Además nos regalan una pelota y todo. Para la playa. Menos mal que no se les ha ocurrido escribir que "frapuchino por cojones", porque no quiero ni pensar en cuál sería el regalo. La verdad es que a mí esta publicidad agresivo chistosa dejó de hacerme gracia a los quince años, y no sé por qué pero no creo que ningún adolescente vaya a ir a una terraza a tomarse un café que cuesta lo que una coca-cola.

2/8/09

Diarios madrileños (5)


Incluso algo tan inocuo como sentarse en un banco a leer resulta peliagudo para mi salud mental en esta ciudad. Seré telegráfico, literalmente:

Llego a un parque. Stop. Me siento en un banco a la sombra. Stop. Quedan libres otros cuatro bancos a la sombra a mi alrededor. Stop. Llegan dos viejos y se sientan en el mismo banco que yo, empujándome ligeramente a un lado. Stop. Llegan dos viejos más y los primeros se levantan. Stop. Vuelven a sentarse, uno directamente sobre mí por lo que tengo que levantar mis manos para impedir ser aplastado. Stop. No se oye ni una disculpa. Stop. Uno de los viejos me espeta: Muévete para allí ¿o qué?

Me largué de allí, aunque debería haberlos echado a ellos. Hace un año no me habría movido, o al menos les habría contestado como merecían. Eso es lo que más me jode. Además de tocarme los huevos a diario, esta ciudad me está ablandando.

30/7/09

Dos atentados en 24 horas


Lo único que me impide desear la muerte de todos ellos es el miedo a darles la razón en su estúpido argumento de que esto es una guerra con dos bandos... Aunque en ocasiones merecerían que se la diéramos.

28/7/09

Invasión 3D


La primera película de animación en 3D que nos fue anunciada (después de Beowulf, por supuesto) amenaza ya nuestras pantallas: Up. Sin embargo muchas son las que han pasado ya por ellas y de las que no he visto ninguna (en 3D, se entiende), me resistía a pagar el extra de tres euros que nos clavan por las dichosas gafas (que, por cierto, se adaptan fatal a las que ya tengo que llevar para ver cualquier otra película -¿por qué no hacen unas de esas con clip para sujetarlas a las de las que ya llevamos gafas?-).

El caso es que ninguna de ellas me parecía lo suficientemente interesante para pagar el extra (ya los pagué por Beowulf, aunque entonces recuerdo que tan solo eran dos euros, que, de todos modos, ya estaba bien), así que me lo he ahorrado. Exacto, Coraline tampoco. Tan sólo me parece una versión bastante floja de Alicia en el país de las maravillas del sobrevaloradísimo Neil Gaiman, en la que la dirección de Henry Selick no pasa de otorgarle una estética similar a la de Pesadilla antes de navidad, pero sin darles a los personajes la personalidad que en aquella había conseguido imprimirles (será la ausencia de Tim Burton, quizá). No he leído la novela original de Gaiman ni su absurda adaptación a la moda del cómic, aunque supongo que el sinsentido que inunda todo en la segunda mitad de la película ya lo habría ideado él.

Monsters Vs. Aliens o Ice Age 3 tampoco me han motivado, pues ambas pueden incluirse en el epígrafe "otra peli de bichos en 3D que hablan". Divertidas en principio pero dignas de pasar al gran saco del olvido. Mejor no hablar de Viaje al centro de la tierra o alguna más que casi hemos olvidado antes de ser estrenada. Las productoras, inmersas en una revolución tecnológica destinada a ofrecer en las salas algo difícilmente pirateable en Internet, parecen haberse olvidado de cosas tan trasnochadas como el guión o poner a un director al frente del proyecto, y no sólo a alguien que se ocupe de buscar el mejor plano para que parezca que los objetos salen volando de la pantalla (tiemblo al pensar en la primera película en 3D de Michael Bay; ya me la estoy imaginando: Transformers 3D).

Bien, pues Up ya está en los cines, y por primera vez desde Beowulf parece que algo va a merecer la pena, de modo que, esta vez sí, no queda sino verla. Por otro lado, visto la gran cantidad de basura que nos acecha (creo que otra de la que se ha sumado a la moda 3D es la cuarta parte de la infumable Final Destination), juro que no volveré a ver una peli en este formato hasta que estrenen Tron: Legacy, e iré con mis gafas de Up para intentar eludir la clavada de los tres euros extra, que las de Beowulf las perdí.

27/7/09

La nieta de María Teresa Campos

Maravillas del Photoshop. Cómo se nota que la revista de AR hace escuela.

10/2/09

Los superpecados


Hace unos días me enteré (no lo sabía) de que aparte de los siete pecados capitales (ya saben, esos tan malos por los que se puede ir al infierno, como comer más de la cuenta, por ejemplo), existen otros cinco superpecados de lo que parece que no hay escapatoria posible y que me hacen pensar cada vez más seriamente en el recurso de la apostasía. No los recuerdo exactamente, pero dos de ellos quedaron en mi memoria. El primero, por lo risible del asunto. Se trataba de pegar al Papa. Vamos, que si por alguna alineación planetaria alguien tiene la oportunidad de estar frente a frente con el Papa, lo suficientemente cerca y se le ocurre soltarle un bofetón, la ha jodido. A pasar la eternidad en la caldera de Pero Gotero. Supongo que antes de ser Papa no habría pasado nada. ¿O acaso esto tiene carácter retroactivo? Espero que no, porque si es así seguro que algún compañero de colegio de más de un Papa se condenó sin saberlo desde su más tierna infancia (quién sabe, lo mismo incluso yo ya estaría condenado por ello). Podría criticar el hecho de que esto pone al Papa por encima del resto de las personas en una religión que predica la hermandad de todos nosotros, pero no voy a perder el tiempo haciéndolo, pues el otro superpecado del que me acuerdo es mucho más jugoso y preocupante.

Parece que hay un tráfico preocupante (sic) de hostias consagradas. Probablemente se les haya quedado la misma cara que a mí cuando leí esto. Yo inmediatamente pensé: ¿para qué querría nadie comprar una hostia consagrada, máxime cuando las regalan todos los días previo aburrimiento de media hora? Y aquí viene lo mejor, pues hay gente tan chalada como los que convierten esto en un pecado, que las utilizan para la realización de misas negras. Y claro, eso de invocar al demonio utilizando para ello el cuerpo de Cristo está muy feo. Mirado fríamente se trata de lo siguiente: existen personas lo suficientemente locas como para creer que el demonio existe, que se lo puede invocar, que va a atender a sus deseos (vaya mierda de demonio) y que para ello hace falta un trozo de su enemigo, y vienen avaladas por otras igualmente locas que también creen que el demonio existe, que puede manifestarse e incluso tomar posesión de una persona, y por supuesto no van a consentirlo y perseguirán a sus adoradores por todos los medios, realizando exorcismos y, afortunadamente y gracias a las leyes actuales, ya no juicios inquisitoriales.

A mí, dado que mi respeto por la Iglesia Católica es cada día más escaso que el anterior, esto no me afecta demasiado. Pero para los creyentes es una burla monumental. El problema radica en que si alguien comete uno de estos cinco superpecados, el sacerdote no debe darle la absolución. Importa bien poco si está arrepentido, lo cual se supone que es el único requisito para dar esa absolución: no se le da y punto. Quizá se trate de cinco pecados contra el Espíritu Santo*, aunque en el caso de pegar al Papa lo dudo mucho (ahora que recuerdo, otro de esos pecados era absolver a alguien por haber cometido uno de estos pecados por los que no se puede absolver a nadie, lo cual ya roza la esquizofrenia).

Además, la falta de absolución no es lo más grave para quien se confiese de esto, sino que además el sacerdote está en la obligación de excomulgar al confesante e informar al Vaticano para que ellos tomen la decisión de cómo actuar. Así que de un plumazo un creyente, para quien estar en el seno de Dios y la Iglesia es algo de vital importancia, se ve expulsado de aquello en lo cree y el secreto de confesión a tomar por saco (hablando de esquizofrenia, creo que violarlo era otro de los superpecados). ¿Puede saberse qué idiota va a confesarse de una de estas cosas sabiendo lo que le espera?

Aparte de lo ridículo del asunto me parece vergonzoso el grado de presión sobre los creyentes: se les dice abiertamente de que hay pecados sin perdón (aunque Jesucristo no fue más benevolente en este aspecto) y si tienen la osadía de confesarse de ellos buscándolo se los excomulga y punto. Abramos todos nuestros corazones al amor de Dios. Amén.
*"Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro" [Mt 12:32]

30/1/09

Citas


En eso les lleváis ventanja... Vosotros sí podéis experimentar a Dios.

[...]

He dicho experimentar, no demostrar...


J. J. BENÍTEZ, Caballo de Troya 6

26/1/09

Maestros de la adecuación



Al principio (con eso de las prisas) creí que se trataba de un anuncio de la Comunidad de Madrid, lo que me extrañó sobremanera, por eso de una presidenta del Opus Dei llenando los pasillos del metro con anuncios de condones. Pero no. Se trata de una campaña institucional del Gobierno de España (sigue asombrándome, de todos modos, que Aguirre no se haya sublevado y la haya impedido, como ha hecho ya con tantas cosas por capricho personal, sin importarle leyes ni procesos), por lo que supongo que también la compartirán los metros de Barcelona y de Bilbao. Aunque no puedo asegurarlo.

Quizá me estoy volviendo viejo (no voy a descartar la posibilidad), pero es que yo siempre había creído que las enfermedades de transmisión sexual, el SIDA (a la cabeza de éstas), los embarazos no deseados (sobre todo entre adolescentes) y los condones en general eran un tema serio y no algo de broma, jocoso y divertido, como parece dar a entender esta campaña de (¡ojo!) información institucional. Que si fueran realmente anuncios de condones lo entendería, por eso de que hay que vender y el target está perfectamente elegido, con eslóganes y gráficos que se les adaptan sin duda. ¡Pero es que no lo es! ¡No son anuncios de Durex ni de Control! Es una campaña informativa con frases tan ingeniosas como “Con Koko yo gozo mogollón” o “Yo lo pongo yo controlo”, y a la que le han puesto el paralizante nombre de “Yo pongo condón”. Vamos, que ni prevención ni leches; a lo que de verdad anima esto es a follar todos como locos. Que no digo que esté mal, pero me parece inadmisible en un mensaje institucional y además tan claramente dirigido a los adolescentes.


No sé si se habrán fijado ustedes en los eslóganes y título de la campaña, pero cuando yo los veo no puedo evitar recordar una canción de hace unos años, que decía: “¡Hey! ¡Hey! A pelo piqué, bicho malo pillé”. Digo yo que ya puestos el Gobierno de España podía haber tomado esta canción y usarla para algún anuncio en la tele, ¿no? Y teniendo en cuenta el primero de los eslóganes lo podrían aderezar con un grupo de negras indígenas desnudas bailando una danza de la lluvia alrededor de un enhiesto falo gigante, que finalmente estallaría regando a las participantes que a su vez podrían cubrirse con condones gigantes para protegerse de la consabida lluvia. Creo que esto cuadra bastante con el espíritu de la campaña informativa, por llamarla de algún modo.

Pero es que aquí no acaba la cosa. Porque quince pasos más allá de los carteles, a la vuelta de la esquina, nos encontramos, en pleno pasillo del metro, una máquina de condones. Ya saben, un lugar estratégico para colocarla, con una marea de gente pasando a tu espalda o esquivándote, seguro que más de uno mirándote mal por adquirir esos instrumentos del diablo (recordemos las “sabias” palabras de la última multitudinaria misa de monseñor Rouco al respecto)... El sitio idóneo para venderlos, sin lugar a dudas. Y ahí está el quid: para venderlos. Porque, efectivamente, la maquinita tiene ranura para las monedas. Que digo yo, ya que es una campaña de prevención, lo suyo sería darlos gratis ¿no? Total, el resultado en semejante ubicación iba a ser el mismo: no creo que jamás vayan a tener que reponer el producto de esas máquinas (aunque tal y como somos en este país, si los ponen gratis quizá hasta los creyentes más ortodoxos se llenen los bolsillos de preservativos, aunque sólo sea para llenar de globitos la fiesta de cumpleaños de algún infante -que son capaces-).

Aquí les dejo con la página web de la campaña. Véanla. Lo dicho: no tiene desperdicio

.

16/1/09

Autobús idiota


Siempre me ha resultado bastante molesto que una de las premisas del cristianismo sea el apostolado, esto es, lo que referido a cualquier otra cosa suele llamarse proselitismo. Y no me refiero a comunicar su fe a quien quiera conocerla, lo cual me parece perfecto, sino a comunicarla por fuerza, te interese o no, casi imponerla. Entre otras cosas porque eso va en contra de las enseñanzas de quien dicen revelar, que terminaba muchos de sus discursos con frases como “el que quiera entender que entienda” o “el que tenga oídos que oiga”. Esto viene a querer decir que él no obligaba a nadie a seguirle, ni tan siquiera a escucharle, al contrario que la Iglesia, que se muestra incluso ofendida cuando no se siguen sus preceptos.

Ese me ha parecido siempre un grado de prepotencia (e incluso de estupidez) que hay que evitar a toda costa (además, sería muy aburrido que todo el mundo nos diera siempre la razón). Ahora el mundo ateo parece haberse contagiado de ese mal, al comenzar una campaña publicitaria para dar a conocer (más proselitismo) la no existencia de Dios. La campaña (que, supongo, ya conocerán) utiliza, en autobuses urbanos, el eslogan “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida”. Mucho he tenido que leer ya en favor de esa campaña, artículos idiotas que hacían énfasis en la palabra “probablemente”, elogiando su uso porque ponía de relieve que los ateos no tienen la repuesta absoluta de la que alardean los creyentes. Pues bien, a mí lo que me toca las narices es lo de “deja de preocuparte”. Pero ¿quiénes se han creído que son para decirme lo que tengo que hacer o dejar de hacer con mis creencias? Todo el mundo se ha empeñado en decir que los ateos por fin salen del armario (valiente estupidez) y que la campaña es meramente informativa. ¡Pues no! Desde el momento en que usan esa frase su campaña es proselitista, pues me están instando a actuar como ellos, sin importarles si me interesa o no. Además, el “probablemente” es puro maquillaje, pues ellos mismos se han identificado como ateos y el ateísmo es la convicción de que Dios no existe.

Por otro lado la respuesta de los creyentes no ha sido menos estúpida: han lanzado a las calles otro autobús con la leyenda “Dios sí existe. Disfruta de la vida en Cristo”. Otra afirmación categórica, otra intromisión en nuestras creencias, más proselitismo y la infame intención de que sigamos sus normas.

Los primeros siempre se han escudado en que no puede demostrarse la existencia de Dios. La Iglesia, callando cierto dogma de fe establecido en el Concilio Vaticano I que dice que la existencia de Dios puede ser demostrada por la razón sin ayuda, actualmente se defiende con la imposibilidad de aquellos de demostrar la no existencia de Dios (lo que quiere decir que ha tenido que retroceder posiciones, se ha vuelto más sensata). Sin embargo los dos parecen creer tener derecho a tratar de imponernos sus indemostrables ideas, una gran falta de humildad por ambas partes (igual de grave en ambos casos, pues unos la predican y los otros siempre se lo han achacado a sus contrarios).

Si esto ya está sucediendo, pocos reductos intelectuales nos quedan en los cuales refugiarnos.

14/1/09

La vergüenza de Gaza


Leer las noticias sobre la invasión israelí de la franja de Gaza se está convirtiendo últimamente en todo un despliegue cómico de pésimo gusto. Sí, ya saben, eso que las autoridades israelíes llaman guerra. Una guerra en la que sólo interviene un ejército, ¡qué curioso!: ¿dónde está el ejército palestino? ¡Ah, se me olvidaba! Palestina no es un país. Al menos no lo es según la visión de Israel cada vez que decide bombardearlo. Tan sólo es un nido de terroristas que, al parecer, hay que exterminar.

Y en esas estamos, enrojeciendo de vergüenza cada vez que algún mandatario de ese país aparece en los medios hablando de democracia, terrorismo o legítima defensa. La última (o una de las últimas, a estas alturas han podido hacer 5 ó 6 más) ha sido en verdad genial. La diplonacia (y lo de diplomacia es sólo por ponerle algún nombre) israelí se molestó por la condena de Zapatero a sus “actuaciones” y, dos días después, el representante de Israel en España, cabreado por la asistencia del gobierno a la manifestación de rechazo, soltó indignado que aquello era una vergüenza, que nunca se habían manifestado por los cohetes lanzados contra Israel (por esos perros infectos del demonio, le faltó decir). Lo que no entiendo es por qué ninguno de los periodistas presentes le espetó: “¿Y cuántas manifestaciones de repulsa por los atentados de ETA ha habido en Israel?” Aunque dudo que esa gente para la que sólo ellos son humanos tenga la menor idea de lo que es ETA. Viven escudados en el temor de occidente hacia el terrorismo islámico para cometer sus propias fechorías.

No quiero decir con esto que ellos tengan que movilizarse, ni tampoco España, por cada atentado perpetrado en en cualquier parte del mundo. Desgraciadamente, de ser así, habría manifestaciones todos los días. Pero es que España se ha movilizado ante el abuso terrorífico de Israel sobre Palestina y, aunque ellos lo pretendan, en ningún caso se puede usar los mismos términos en orden contrario.

En cuanto a la participación del gobierno, pues qué quieren que les diga. Soy de la opinión de que un gobierno jamás debería salir a la calle a manifestarse, entre otras cosas porque es el gobierno y tiene poder para hacer algo más aparte de berrear. Pero dado que nuestro gobierno de izquierdas tiene las políticas económicas y culturales más de derechas que he visto nunca (para ellos ponerse un vestido de Ágata Ruiz de la Prada es una acción cultural), algo tendrán que hacer para diferenciarse del PP. Digo yo.

Además, ya ni siquiera puedo pensar que la culpa es del gobierno y no de los ciudadanos pues, según dicen, las últimas encuestas electorales dan un mayor apoyo al gobierno israelí después de sus últimas barbaridades. De auténtica vergüenza. Pocas cosas positivas pueden esperarse de una población así.

Por último, y aunque algunos se empeñen a esgrimir el argumento de la defensa frente al terrorismo de Hamas, ni siquiera eso da derecho a Israel a hacer lo que está haciendo. El equivalente aquí vendría a ser que el gobierno español bombardeara el País Vasco y Navarra porque ahí es donde se esconden los terroristas de ETA. ¿Nos parecería eso bien? Entonces, ¿por qué a tanta gente le parece tan bien que se haga eso mismo en Palestina, en la que, como aquí, sí, hay terroristas, pero no lo son todos? Me gustaría saber.