26/5/10

Atención al cliente (por no poner todas las burradas que me han pasado por la cabeza)


Todo comenzó varios meses atrás, cuando un desgraciado, que espero que esté siendo destrozado por las ruedas de algún camión mientras escribo esto, robó el bolso a mi novia con todo lo que había en su interior. Entonces se terció hacer una llamada urgente, para la cual necesitaba introducir en mi móvil de Movistar una tarjeta de otra compañía. Dado que el móvil tenía ya más de un año (bastante más) dije: no pasa nada, llamo a los de atención al cliente, que me liberen el móvil (la terminal, que dicen ellos) y llamamos con esa otra tarjeta. Al llamar, una señora de América del Sur me informó de que el código para desbloquear la terminal era una cosa muy delicada y que el proceso tardaba unos quince días. No disponía de ese tiempo, así que decidí no liberar mi móvil y buscar rápidamente un locutorio para realizar la llamada pertinente.

Hace dos semanas, decidí de nuevo liberar mi móvil por motivos que ahora no vienen al caso. Llamé al deplorable servicio de atención al cliente de Movistar y, tras mucho pelear con estúpidas voces robóticas, conseguí que me atendiera un señor de América del Sur. Le expliqué lo que quería hacer y comenzó a pedirme datos que yo le iba facilitando. La cosa fue tal que así. Dígame su número de teléfono. Tal. Espere un momento (dos minutos). ¿Es usted el señor...? Sí. Espere un momento (dos minutos). ¿Qué desea hacer? Liberar mi móvil. Espere un momento (dos minutos). Dígame el modelo de móvil. Samsung Z-240. ¿Cómo lo adquirió? Lo compré (vaya pregunta estúpida). Espere un momento (dos minutos). ¿Cuándo lo compró? No sé, hace más de tres años. ¿No recuerda la fecha? No. ¿Tiene la factura? No. Espere un momento (dos minutos). Dígame el número de imei. ¿El qué? El número de imei. ¿Qué es eso? Es un número que está en una pegatina debajo de la batería. Pero para eso tengo que apagar el móvil y quitar la batería, no puedo hacerlo mientras hablo con usted. ¿Está llamando desde la terminal que quiere desbloquear? Evidentemente. Entonces tiene que colgar, apagar el móvil, mirar el imei y volver a llamar. ¿Necesitaré algún dato más que esté en el interior del móvil? No. Muchas gracias.

El caso es que fue una llamada de más de diez minutos que no sirvió absolutamente para nada, y como había quedado en ese momento no llamé en el acto, lo que devino en que se me olvidó y volví a llamar hace una semana. Tras pelearme de nuevo con la desesperante voz robótica me pasaron con otro señor de América del Sur. Buenas tardes ¿es usted el titular de la línea? Sí. Dígame que es lo que desea señor... (este se sabía mi nombre sin que yo se lo dijera, parece que sabía usar el ordenador). Quiero liberar mi móvil. Dígame el modelo del móvil. Samsung Z-240. ¿Cómo lo adquirió? En una tienda (vaya con la preguntita). Bien, abra el móvil. Le estoy llamando desde el móvil, pero si lo que necesita es el imei ya lo tengo apuntado. No, lo que pasa es que para desbloquear su terminal es necesario que la abra y manipule unas cosas, así que necesita llamar desde otro teléfono.

Así que tuve que colgar, y como estaba en la calle de nuevo olvidé volver a llamar. Hasta hoy. He llamado a Movistar, he vuelto a enfadarme con la idiótica voz de robot y ha vuelto a contestarme una señora de América del Sur. ¿Qué es lo que desea? Quiero liberar mi móvil (la verdad es que uno empieza a sentirse como un idiota repitiendo tantas veces las mismas cosas). Bien, cuál es su número de móvil? Tal. Bien, un momento, por favor (cuatro minutos; nótese que a esta le costaba más entender cómo funcionaba el ordenador). Bien, ¿es usted el titular de la línea? Sí. Bien, dígame su DNI. Tal. Bien, un momento, por favor (tres minutos). Bien, manténgase a la espera (dos minutos). Bien, dígame su modelo de móvil. Samsung Z-240. Bien, un momento, por favor (cuatro minutos). ¿Cómo lo adquirió? En una tienda (empezaba a no soportar esa pregunta). Bien, dígame su número de imei. Tal. Bien, un momento por favor (cinco minutos). Manténgase a la espera, por favor (tres minutos). Bien, copie su número de desactivación: tal. ¿Y qué hago yo con este número? Bien, un momento, por favor (tres minutos). Manténgase a la espera por favor (cuatro minutos). Bien, marque lo siguiente en su teléfono: almohadilla, su número de desactivación, asterisco, seis, tres, ocho, asterisco, almohadilla. ¿Y después le doy a llamar y ya está? Sí, marca eso y ya tiene la terminal desbloqueada. Muchas gracias.

Así que he cogido el móvil, he marcado el código de marras y ya está. El móvil liberado. Ni espera de quince días, ni código extremadamente sensible, ni llamar desde otro teléfono, ni manipular el aparato, ni nada. Cuatro llamadas, la última ni sé de cuánto tiempo con tanta espera, un montón de caraduras que sólo te vuelven loco supongo que para no darte jamás la información que necesitas y que están obligados a darte, una voz robótica que maldito sea el imbécil que la ha grabado... y todo eso sólo para darme un código. Algo que debería haber sido resuelto en los primeros treinta segundos de la primera llamada. Sólo una cosa me queda por decir. Si alguien tiene un Samsung Z-240, el código para liberarlo es #61593817*638*#. Márquenlo inmediatamente y dejen de pertenecer a su compañía de teléfonos, sea cual sea.

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