18/11/08

Extraña democracia


Ya sé que escribo a toro pasado (como siempre, por otro lado) pero es que nunca fue mi intención informar ni estar informado, demasiadas son las ansias de información que esta sociedad tiene y cree saciar, sustituyendo de forma salvaje por ella la cultura, y yo no pienso entrar en ese juego. Puede ser ésta mi revancha, comentar noticias de actualidad desactualizadas. Inútil revancha, pero es que inútil resulta casi todo aquello que se lleva a cabo a título personal.

El caso es que hace ya unas semanas, en los Estados Unidos (y escribo el articulo ante el nombre del país para escarmiento de todos aquellos que tratan a Torrego como a una biblia, ya me ha tocado sufrir a más de uno) se votó en el congreso, por primera vez, el plan de rescate ante la crisis. El plan no fue aprobado, lo sería unos días más tarde tras ser revisado y en una segunda votación. Pero lo realmente importante de aquello es que el plan fue rechazado con una enorme cantidad de votos en contra emitidos desde el propio partido de Bush, lo que demuestra que esa democracia, con todos sus terribles errores, está aún siglos por delante de la nuestra.

Tan sólo un par de semanas después de aquello, se armó la gorda en Navarra. Había que votar no se qué en Madrid, y parecía que los dos diputados que UPN tiene allí no iban a votar lo mismo que el PP. No me importan los motivos, que supongo que los tendrían. Lo realmente preocupante fueron la amenazas de Rajoy al respecto, diciendo que se tomarían medidas si UPN rompía la disciplina de voto. Sí señor. Eso es la democracia bien entendida. Resulta que unos tipos que han sido elegidos por los ciudadanos para que les representen tienen que votar lo que su jefe dicta, como si eso fuera una empresa privada, en lugar de lo que creen que es mejor para los ciudadanos a los que representan y a los que se deben. Al menos así lo entiende Rajoy, para el que no importa el motivo por el que unos diputados, sean del partido que sean, estén ahí, mientras hagan su santa voluntad.

Es una lástima que uno de los principales partidos del país no parezca entender lo que es la democracia y pretenda imponer de esa manera una especie de dictatura, primero en el seno de su propio partido, y luego, dado que impide trabajar a sus diputados por sus representados, en el resto del país.

Por otro lado, hace unos días Zapatero aprobó una serie de medidas para poder luchar contra la crisis. No voy a meterme en si son buenas o malas, pues ni las conozco exactamente ni soy economista para valorarlas como sería correcto. Esas medidas, igual que las aprobadas en los EEUU, incluían inyecciones de capital (horrible expresión) en la banca. Lo preocupante es que nada más hacerse pública la medida, y en un caso como este, la oposición, en lugar de apoyar al gobierno para intentar salir todos juntos de esto lo antes posible, hizo un comunicado público en el que criticaba la medida, decía que debía decir exactamente a quién daba cuánto dinero y si no no contarían con su apoyo, que eso no era suficiente, que no servía, que todo iba a ir mal... y mientras ellos trataban de impedir que el gobierno hiciera algo sin aportar nada, los ciudadanos seguimos padeciendo la crisis.

Traslademos esto último a las elecciones estadounidenses, recientemente ganadas por Obama. El mismo día de conocer McCain su derrota, la prensa le preguntó a qué creía que se debía ésta. Su respuesta fue ejemplar: dijo que no iba a dedicar ni un minuto a pensar por qué había perdido, pues lo realmente importante entonces era luchar con la crisis y, desde ese mismo momento, el nuevo presidente tenía todo su apoyo para lograrlo.

La verdad es que no puedo imaginar ni en mis mejores sueños una actuación así por parte de la oposición en España. Hemos pasado ocho años demonizando a los republicanos de aquel país pero, visto lo que se cuece por aquí, mataría por tener un partido de derechas como ese (no le votaría, eso es otra cosa) en lugar de la preocupante raza que ocupa los despachos de PP.

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