22/11/08

Lamentable retransmisión de la Copa Davis


En el momento en que escribo esto todavía no ha terminado el segundo partido de la primera jornada de la final de la Copa Davis. El primer partido ha sido fulminante: David Nalbandian ha sido muy superior a David Ferrer, y es que Nalbandian, a pesar de ser el número dos de su país debido al ranking mundial (Del Potro, el número uno argentino ostenta el puesto número 9 de la ATP mientras el rey David ocupa ahora el número 11), es en realidad el líder del equipo por su experiencia en la Davis, y a pesar de estar por detrás de Del Potro, su tenis es aún superior al de éste. Nada que objetar con respecto a la afición argentina, impecable, tampoco respecto a la española, en minoría en Mar de Plata. Ambas se han comportado de una manera ejemplar que bien podrían observar las aficiones futbolísticas, más aún si tenemos en cuenta que en muchos lugares de las gradas argentinos y españoles están mezclados y no ha habido ni el más leve altercado.

Sin embargo hay que dar un rotundo cero a los realizadores argentinos. Está siendo un lamentable espectáculo las condiciones en las que están retransmitiendo los dos partidos de hoy de la final: imágenes cortadas en las que no podía verse el tanto que luego nunca ha sido repuesto a cámara lenta para solventarlo, planos generales de todo el estadio en tantos decisivos, desincronización entre imagen y sonido, retirada de los micrófonos a los comentaristas españoles para que se oyeran los gritos del público argentino jaleando a su tenista...

El momento más indignante ha llegado en el último set del primer partido. En primer lugar, hemos dejado de oír a los comentaristas españoles para que el sonido sólo nos hiciera llegar los gritos de los argentinos eufóricos por la inminente victoria de Nalbandian. Después de eso. Hemos asistido al lamentable espectáculo de ver cómo la hinchada argentina comenzaba a gritar celebrando la victoria de un tanto nada más sacar Nalbandian y antes de que Ferrer golpeara la bola, con la consiguiente molestia y desconcentración para éste último y sin que nadie hiciera nada al respecto. Afortunadamente he comprendido enseguida que nada debía achacarse a los argentinos, pues era la pésima realización la que había desincronizado imagen y sonido, haciendo que oyéramos las celebraciones antes de ver concluido el punto.

En fin, espero que mañana y pasado (sábado y domingo) hagan las cosas mejor y podamos disfrutar de unos partidos en condiciones. Por cierto, tal y como va el partido, es más que probable que Feliciano López empate la final y las cosas no sean tan de color de rosa para los argentinos como se las habían pintado tras la ausencia de Nadal.

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