
26/12/09
Citas

19/12/09
Viaje al oeste (8)

El estilo es el propio de la épica, incluyendo grandes batallas para el enaltecimiento de los héroes, y logrando siempre la victoria sobre el enemigo o su conversión y, como en la épica occidental, lo importante no es tanto el método utilizado para ello, sino el resultado final. Aunque con matices: nunca actuarán contra las normas generales del buen obrar. Así, Sun Wu-Kung matará a quien se interponga en su camino, pero porque su camino está decidido por la Bodittsava e ir en su contra es ir contra Buda y por lo tanto merece su castigo.
Si bien la victoria supone vencer en batalla y una simple superación del héroe, las cosas se complican en cuanto a la conversión de los villanos para la causa, pues no se los suele convencer mediante razonamientos, sino más bien mediante coacciones y amenazas. Se aplica aquí el refrán de que "el fin justifica los medios", pues, aunque e principio parezca perjudicarse a la "víctima", lo que se busca en última instancia es su iluminación por Buda, el bien mayor para él. Y estas acciones son llevadas a cabo por divinidades, que sin duda saben cuál es el mejor camino para nosotros.
9/12/09
Citas

5/12/09
No sin mi crucifijo

29/11/09
Citas

[...]
-¿Cómo pudo hacerlo?
-Vio la oportunidad.
-¿Y cómo no lo han metido en la cárcel?
-No pueden cogerle, camarada: es un tío listo.
25/11/09
La soledad encontrada

La caída en el asfalto a la que ninguna mano se tiende.
Una mañana sin teléfono.
Una tarde sin café.
Una noche sin amor.
La novela excepcional que con nadie puedo comentar.
Una pregunta sin respuesta.
El beso rechazado.
La película sin compañía.
La poesía enigmática que nadie puede explicarme.
La puesta de sol consciente de un amanecer solitario.
Un postre sin azúcar.
Una lágrima a la que no sigue el llanto.
El tono insistente al otro lado del teléfono.
Una mesa de cafetería.
Té amargo.
El agua del mar.
El abrigo único colgado detrás de la puerta.
Una ventana cerrada.
Los suspiros, que son aire van al aire que los diluye.
Un bolígrafo escribiendo versos.
Y la espera. Esa es la mayor soledad. Esperar y esperar a que, finalmente, nada suceda.
23/11/09
La soledad buscada

18/11/09
Viaje al Oeste (7)

17/11/09
Diarios madrileños (8)

16/11/09
Viaje al Oeste (6) Citas

12/11/09
Viaje al Oeste (5)

6/11/09
Viaje al Oeste (4)

3/11/09
Jose Luis López Vázquez

30/10/09
La obra sin fin

La ocurrencia de inventarlo fue de un pastor, llamado Cecilio, que una tarde, cuando paseaba por el campo llevando en brazos a sus ovejas y meciéndolas maternalmente, como entonces hacían los pastores, vio un gran terreno, todo lleno de hoyos, de agujeros, de escombros y de montoncitos de arena.
- Aquí se podría hacer Madrid, para que naciese el señor Mihura y ese otro señor bajito, que nunca me acuerdo cómo se llama, y que también quiere nacer en Madrid -pensó Cecilio.
Y llamó a gritos a otro grupo de pastores, amigos suyos, a los cuales les comunicó su idea, que a todos les pareció maravillosa.
- Efectivamente -dijeron-, Madrid no está inventado y sería un buen negocio inventarlo, porque a la gente lo que le gusta es vivir en Madrid y dejarse de estar en provincias, paseando como una tonta por la calle Nueva o por el Malecón, y venga a bostezar.
- ¿Pero no costará demasiado caro? -expuso una oveja, inocente, blanca, llena de ricitos, y con su femenino sentido del ahorro.
- Nada de eso -afirmó Cecilio-. Lo difícil de Madrid es hacerle los agujeros, los hoyos, las cuestas y los montoncitos de arena. Pero como este terreno ya los tiene, lo demás no será complicado.
Y después de discutir sobre otros extremos, aquellos pastores fundaron la "Sociedad Anónima de Pastores Reunidos para la Construcción de Madrid y sus Alrededores".
22/10/09
Viaje al oeste (3) Citas

19/10/09
Viaje al oeste (2) Citas

18/10/09
Contaminación acústica

16/10/09
Visita a domicilio

15/10/09
Viaje al oeste (1)

14/10/09
El imbécil del balcón

22/9/09
Citas

11/9/09
Las sorpresas de la capi (3)

8/9/09
7/9/09
¡¡¡Vaya mierda!!!

4/9/09
Lecciones de literatura periodística (1.2)
3/9/09
Lecciones de literatura periodística (1)

1/9/09
Diarios madrileños (7)

29/8/09
Diarios madrileños (6)

28/8/09
Citas

25/8/09
La pretenciosidad hecha mujer

20/8/09
Puerta del Sol 1900

12/8/09
Extrañas prohibiciones (1)

11/8/09
PyongYang

No se trata de una obra maestra pero resulta una lectura más que interesante. Guy Delisle, animador del Canadá francófono, viajó en .......... a Pyongyang para hacerse cargo de una serie de animación. En esta historia cuenta lo que vio allí durante aquellos meses.
La historia en ocasiones parece una mera parodia del régimen de Corea del Norte, pero él asegura que no, que excepto en aquellas ocasiones en las que los chistes que él introduce son evidentes, no se inventa nada. Es más, en muchas ocasiones no daba crédito a las cosas que estaba viendo. Así asistimos al desfile de un mundo gris en el que un sistema de gobierno demencial lo invade todo, convirtiendo a sus ciudadanos más privilegiados en soldados del país y, al resto, en mascotas obedientes dispuestas a lamer la mano de su amo.
Vemos autopistas descomunales que conducen a los monumentos del líder y por las que no transita nadie y poblaciones comunicadas por caminos sin asfaltar, ciudades en las que toda la iluminación se limita a los hoteles para los turistas, edificios cuya construcción ha sido congelada y permanecen eternamente inacabados, ciudadanos uniformados con el pin de su líder, mujeres que trabajan “voluntariamente” en las tareas de construcción y limpieza de la ciudad, niños con constantes e idénticas sonrisas que participan en desfiles de enaltecimiento de su líder... Pero de todo esto dos cosas llaman especialmente la atención, dos chistes tan atrayentes por lo trágico. El primero de ellos es una viñeta que muestra el reparto del arroz que el país recibe de la ayuda internacional: en él se muestra cómo aquellos más cercanos al partido pueden incluso tener excedentes, y como, conforme más alejado del poder se está, se recibe menos, hasta llegar a aquellos que no pertenecen al partido y que viven en un estado de absoluta pobreza y marginación social, como si no existieran. Al ver esa viñeta no he podido evitar recordar Farenheit 451, donde los que no se plegaban a la voluntad del gobierno tenían que recluirse en la marginalidad.
El segundo era un chiste que iba apareciendo a lo largo de la historia, en el que se nos mostraba a sospechosos de una ronda de reconocimiento para que identificáramos quiénes eran los enemigos del estado. Al final de la historia no quedaba ninguno.
Por lo demás, la historia resulta demasiado lineal para mi gusto, pero también muy entretenida e instructiva. No nos engañemos, no es una critica política ni social, aunque también contenga crítica. Es un libro de humor... humor de la tragedia.
9/8/09
Sabias y laicas palabras

El verdadero desafío es convencer a las sociedades islámicas de la validez de los valores laicos y no el de conducir a las sociedades occidentales a impregnarse nuevamente de razonamientos religiosos. Todos debemos defender el valor humano de la libertad, la libertad religiosa incluida. Estos valores, sin embargo, no son fruto de principios religiosos. Los auténticos valores occidentales manan precisamente del laicismo. Cualquier religión cuando ha ejercido el poder se ha limitado siempre a eliminar a aquellos que no creían en su Verdad.
Zouhir Louassini, El País, 1/4/2008
No sé ustedes pero yo estoy un poco cansado ya de los discursos apocalípticos que se viene gastando el Gran Emperador Benedicto XVI (que esa es otra: si el anterior se llamaba Giovanni Paolo II y en España era Juan Pablo II, por qué a este no lo llama ni Dios Benito XVI). Que si la familia se ve atacada por la sociedad occidental, que si hay que tener una fe fuerte frente al Islam, que si se nos está enseñando una falsa moralidad que nos hace alejarnos de la verdadera moral cristiana... y ahora los nuevos siete pecados capitales, que los de antes ya no motivan.
El caso es que resulta vergonzoso cómo el Papa utiliza el terrorismo islámico como arma propagandística para el catolicismo: contra el avance del peligrosísimo Islam todos hemos de unirnos tras la bandera de Cristo, viene a ser su premisa. He de reconocer que en los primeros días de su mandato el nuevo Papa me caía mejor que su predecesor, el pro opusiano y ultraconservador Juan Pablo II. Le acusaban de ser el prelado encargado de la defensa de la fe, la nueva inquisición lo llamaban, pero esto no era más que una tarea teórica. Es decir, el decía cómo eran las cosas sin discusión según la religión revelada, pero lo hacía para aquellos que profesaban esa religión, y punto. Sin embargo ahora se ha vuelto demasiado expedicionario y se adentra en aguas peligrosas: parece querer imponer su catolicismo férreo a todo el mundo sin importar nada. Al menos a toda Europa.
El fragmento anterior viene no porque se ponga en tela de juicio la actuación del Vaticano, que a eso ya estamos acostumbrados, sino porque quien lo hace es un periodista marroquí. Por eso que me haya llamado la atención: se trata, por fin, de un musulmán promoviendo el laicismo y diciendo que la religiosa no es la forma adecuada de gobierno. Es la primera vez que veo a un musulman criticando al islam, es la primera vez que veo a un musulmán criticar al catolicismo sin encender teas. A ver si a partir de ahora sale alguno más.
4/8/09
Las sorpresas de la capi (2)

2/8/09
Diarios madrileños (5)

30/7/09
Dos atentados en 24 horas

28/7/09
Invasión 3D

27/7/09
10/2/09
Los superpecados

Hace unos días me enteré (no lo sabía) de que aparte de los siete pecados capitales (ya saben, esos tan malos por los que se puede ir al infierno, como comer más de la cuenta, por ejemplo), existen otros cinco superpecados de lo que parece que no hay escapatoria posible y que me hacen pensar cada vez más seriamente en el recurso de la apostasía. No los recuerdo exactamente, pero dos de ellos quedaron en mi memoria. El primero, por lo risible del asunto. Se trataba de pegar al Papa. Vamos, que si por alguna alineación planetaria alguien tiene la oportunidad de estar frente a frente con el Papa, lo suficientemente cerca y se le ocurre soltarle un bofetón, la ha jodido. A pasar la eternidad en la caldera de Pero Gotero. Supongo que antes de ser Papa no habría pasado nada. ¿O acaso esto tiene carácter retroactivo? Espero que no, porque si es así seguro que algún compañero de colegio de más de un Papa se condenó sin saberlo desde su más tierna infancia (quién sabe, lo mismo incluso yo ya estaría condenado por ello). Podría criticar el hecho de que esto pone al Papa por encima del resto de las personas en una religión que predica la hermandad de todos nosotros, pero no voy a perder el tiempo haciéndolo, pues el otro superpecado del que me acuerdo es mucho más jugoso y preocupante.
Parece que hay un tráfico preocupante (sic) de hostias consagradas. Probablemente se les haya quedado la misma cara que a mí cuando leí esto. Yo inmediatamente pensé: ¿para qué querría nadie comprar una hostia consagrada, máxime cuando las regalan todos los días previo aburrimiento de media hora? Y aquí viene lo mejor, pues hay gente tan chalada como los que convierten esto en un pecado, que las utilizan para la realización de misas negras. Y claro, eso de invocar al demonio utilizando para ello el cuerpo de Cristo está muy feo. Mirado fríamente se trata de lo siguiente: existen personas lo suficientemente locas como para creer que el demonio existe, que se lo puede invocar, que va a atender a sus deseos (vaya mierda de demonio) y que para ello hace falta un trozo de su enemigo, y vienen avaladas por otras igualmente locas que también creen que el demonio existe, que puede manifestarse e incluso tomar posesión de una persona, y por supuesto no van a consentirlo y perseguirán a sus adoradores por todos los medios, realizando exorcismos y, afortunadamente y gracias a las leyes actuales, ya no juicios inquisitoriales.
A mí, dado que mi respeto por la Iglesia Católica es cada día más escaso que el anterior, esto no me afecta demasiado. Pero para los creyentes es una burla monumental. El problema radica en que si alguien comete uno de estos cinco superpecados, el sacerdote no debe darle la absolución. Importa bien poco si está arrepentido, lo cual se supone que es el único requisito para dar esa absolución: no se le da y punto. Quizá se trate de cinco pecados contra el Espíritu Santo*, aunque en el caso de pegar al Papa lo dudo mucho (ahora que recuerdo, otro de esos pecados era absolver a alguien por haber cometido uno de estos pecados por los que no se puede absolver a nadie, lo cual ya roza la esquizofrenia).
Además, la falta de absolución no es lo más grave para quien se confiese de esto, sino que además el sacerdote está en la obligación de excomulgar al confesante e informar al Vaticano para que ellos tomen la decisión de cómo actuar. Así que de un plumazo un creyente, para quien estar en el seno de Dios y la Iglesia es algo de vital importancia, se ve expulsado de aquello en lo cree y el secreto de confesión a tomar por saco (hablando de esquizofrenia, creo que violarlo era otro de los superpecados). ¿Puede saberse qué idiota va a confesarse de una de estas cosas sabiendo lo que le espera?
Aparte de lo ridículo del asunto me parece vergonzoso el grado de presión sobre los creyentes: se les dice abiertamente de que hay pecados sin perdón (aunque Jesucristo no fue más benevolente en este aspecto) y si tienen la osadía de confesarse de ellos buscándolo se los excomulga y punto. Abramos todos nuestros corazones al amor de Dios. Amén.
30/1/09
Citas

26/1/09
Maestros de la adecuación

Al principio (con eso de las prisas) creí que se trataba de un anuncio de la Comunidad de Madrid, lo que me extrañó sobremanera, por eso de una presidenta del Opus Dei llenando los pasillos del metro con anuncios de condones. Pero no. Se trata de una campaña institucional del Gobierno de España (sigue asombrándome, de todos modos, que Aguirre no se haya sublevado y la haya impedido, como ha hecho ya con tantas cosas por capricho personal, sin importarle leyes ni procesos), por lo que supongo que también la compartirán los metros de Barcelona y de Bilbao. Aunque no puedo asegurarlo.
Quizá me estoy volviendo viejo (no voy a descartar la posibilidad), pero es que yo siempre había creído que las enfermedades de transmisión sexual, el SIDA (a la cabeza de éstas), los embarazos no deseados (sobre todo entre adolescentes) y los condones en general eran un tema serio y no algo de broma, jocoso y divertido, como parece dar a entender esta campaña de (¡ojo!) información institucional. Que si fueran realmente anuncios de condones lo entendería, por eso de que hay que vender y el target está perfectamente elegido, con eslóganes y gráficos que se les adaptan sin duda. ¡Pero es que no lo es! ¡No son anuncios de Durex ni de Control! Es una campaña informativa con frases tan ingeniosas como “Con Koko yo gozo mogollón” o “Yo lo pongo yo controlo”, y a la que le han puesto el paralizante nombre de “Yo pongo condón”. Vamos, que ni prevención ni leches; a lo que de verdad anima esto es a follar todos como locos. Que no digo que esté mal, pero me parece inadmisible en un mensaje institucional y además tan claramente dirigido a los adolescentes.

No sé si se habrán fijado ustedes en los eslóganes y título de la campaña, pero cuando yo los veo no puedo evitar recordar una canción de hace unos años, que decía: “¡Hey! ¡Hey! A pelo piqué, bicho malo pillé”. Digo yo que ya puestos el Gobierno de España podía haber tomado esta canción y usarla para algún anuncio en la tele, ¿no? Y teniendo en cuenta el primero de los eslóganes lo podrían aderezar con un grupo de negras indígenas desnudas bailando una danza de la lluvia alrededor de un enhiesto falo gigante, que finalmente estallaría regando a las participantes que a su vez podrían cubrirse con condones gigantes para protegerse de la consabida lluvia. Creo que esto cuadra bastante con el espíritu de la campaña informativa, por llamarla de algún modo.
Pero es que aquí no acaba la cosa. Porque quince pasos más allá de los carteles, a la vuelta de la esquina, nos encontramos, en pleno pasillo del metro, una máquina de condones. Ya saben, un lugar estratégico para colocarla, con una marea de gente pasando a tu espalda o esquivándote, seguro que más de uno mirándote mal por adquirir esos instrumentos del diablo (recordemos las “sabias” palabras de la última multitudinaria misa de monseñor Rouco al respecto)... El sitio idóneo para venderlos, sin lugar a dudas. Y ahí está el quid: para venderlos. Porque, efectivamente, la maquinita tiene ranura para las monedas. Que digo yo, ya que es una campaña de prevención, lo suyo sería darlos gratis ¿no? Total, el resultado en semejante ubicación iba a ser el mismo: no creo que jamás vayan a tener que reponer el producto de esas máquinas (aunque tal y como somos en este país, si los ponen gratis quizá hasta los creyentes más ortodoxos se llenen los bolsillos de preservativos, aunque sólo sea para llenar de globitos la fiesta de cumpleaños de algún infante -que son capaces-).
Aquí les dejo con la página web de la campaña. Véanla. Lo dicho: no tiene desperdicio

16/1/09
Autobús idiota

Siempre me ha resultado bastante molesto que una de las premisas del cristianismo sea el apostolado, esto es, lo que referido a cualquier otra cosa suele llamarse proselitismo. Y no me refiero a comunicar su fe a quien quiera conocerla, lo cual me parece perfecto, sino a comunicarla por fuerza, te interese o no, casi imponerla. Entre otras cosas porque eso va en contra de las enseñanzas de quien dicen revelar, que terminaba muchos de sus discursos con frases como “el que quiera entender que entienda” o “el que tenga oídos que oiga”. Esto viene a querer decir que él no obligaba a nadie a seguirle, ni tan siquiera a escucharle, al contrario que la Iglesia, que se muestra incluso ofendida cuando no se siguen sus preceptos.
Ese me ha parecido siempre un grado de prepotencia (e incluso de estupidez) que hay que evitar a toda costa (además, sería muy aburrido que todo el mundo nos diera siempre la razón). Ahora el mundo ateo parece haberse contagiado de ese mal, al comenzar una campaña publicitaria para dar a conocer (más proselitismo) la no existencia de Dios. La campaña (que, supongo, ya conocerán) utiliza, en autobuses urbanos, el eslogan “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida”. Mucho he tenido que leer ya en favor de esa campaña, artículos idiotas que hacían énfasis en la palabra “probablemente”, elogiando su uso porque ponía de relieve que los ateos no tienen la repuesta absoluta de la que alardean los creyentes. Pues bien, a mí lo que me toca las narices es lo de “deja de preocuparte”. Pero ¿quiénes se han creído que son para decirme lo que tengo que hacer o dejar de hacer con mis creencias? Todo el mundo se ha empeñado en decir que los ateos por fin salen del armario (valiente estupidez) y que la campaña es meramente informativa. ¡Pues no! Desde el momento en que usan esa frase su campaña es proselitista, pues me están instando a actuar como ellos, sin importarles si me interesa o no. Además, el “probablemente” es puro maquillaje, pues ellos mismos se han identificado como ateos y el ateísmo es la convicción de que Dios no existe.
Por otro lado la respuesta de los creyentes no ha sido menos estúpida: han lanzado a las calles otro autobús con la leyenda “Dios sí existe. Disfruta de la vida en Cristo”. Otra afirmación categórica, otra intromisión en nuestras creencias, más proselitismo y la infame intención de que sigamos sus normas.
Los primeros siempre se han escudado en que no puede demostrarse la existencia de Dios. La Iglesia, callando cierto dogma de fe establecido en el Concilio Vaticano I que dice que la existencia de Dios puede ser demostrada por la razón sin ayuda, actualmente se defiende con la imposibilidad de aquellos de demostrar la no existencia de Dios (lo que quiere decir que ha tenido que retroceder posiciones, se ha vuelto más sensata). Sin embargo los dos parecen creer tener derecho a tratar de imponernos sus indemostrables ideas, una gran falta de humildad por ambas partes (igual de grave en ambos casos, pues unos la predican y los otros siempre se lo han achacado a sus contrarios).
Si esto ya está sucediendo, pocos reductos intelectuales nos quedan en los cuales refugiarnos.
14/1/09
La vergüenza de Gaza

Leer las noticias sobre la invasión israelí de la franja de Gaza se está convirtiendo últimamente en todo un despliegue cómico de pésimo gusto. Sí, ya saben, eso que las autoridades israelíes llaman guerra. Una guerra en la que sólo interviene un ejército, ¡qué curioso!: ¿dónde está el ejército palestino? ¡Ah, se me olvidaba! Palestina no es un país. Al menos no lo es según la visión de Israel cada vez que decide bombardearlo. Tan sólo es un nido de terroristas que, al parecer, hay que exterminar.
Y en esas estamos, enrojeciendo de vergüenza cada vez que algún mandatario de ese país aparece en los medios hablando de democracia, terrorismo o legítima defensa. La última (o una de las últimas, a estas alturas han podido hacer 5 ó 6 más) ha sido en verdad genial. La diplonacia (y lo de diplomacia es sólo por ponerle algún nombre) israelí se molestó por la condena de Zapatero a sus “actuaciones” y, dos días después, el representante de Israel en España, cabreado por la asistencia del gobierno a la manifestación de rechazo, soltó indignado que aquello era una vergüenza, que nunca se habían manifestado por los cohetes lanzados contra Israel (por esos perros infectos del demonio, le faltó decir). Lo que no entiendo es por qué ninguno de los periodistas presentes le espetó: “¿Y cuántas manifestaciones de repulsa por los atentados de ETA ha habido en Israel?” Aunque dudo que esa gente para la que sólo ellos son humanos tenga la menor idea de lo que es ETA. Viven escudados en el temor de occidente hacia el terrorismo islámico para cometer sus propias fechorías.
No quiero decir con esto que ellos tengan que movilizarse, ni tampoco España, por cada atentado perpetrado en en cualquier parte del mundo. Desgraciadamente, de ser así, habría manifestaciones todos los días. Pero es que España se ha movilizado ante el abuso terrorífico de Israel sobre Palestina y, aunque ellos lo pretendan, en ningún caso se puede usar los mismos términos en orden contrario.
En cuanto a la participación del gobierno, pues qué quieren que les diga. Soy de la opinión de que un gobierno jamás debería salir a la calle a manifestarse, entre otras cosas porque es el gobierno y tiene poder para hacer algo más aparte de berrear. Pero dado que nuestro gobierno de izquierdas tiene las políticas económicas y culturales más de derechas que he visto nunca (para ellos ponerse un vestido de Ágata Ruiz de la Prada es una acción cultural), algo tendrán que hacer para diferenciarse del PP. Digo yo.
Además, ya ni siquiera puedo pensar que la culpa es del gobierno y no de los ciudadanos pues, según dicen, las últimas encuestas electorales dan un mayor apoyo al gobierno israelí después de sus últimas barbaridades. De auténtica vergüenza. Pocas cosas positivas pueden esperarse de una población así.
Por último, y aunque algunos se empeñen a esgrimir el argumento de la defensa frente al terrorismo de Hamas, ni siquiera eso da derecho a Israel a hacer lo que está haciendo. El equivalente aquí vendría a ser que el gobierno español bombardeara el País Vasco y Navarra porque ahí es donde se esconden los terroristas de ETA. ¿Nos parecería eso bien? Entonces, ¿por qué a tanta gente le parece tan bien que se haga eso mismo en Palestina, en la que, como aquí, sí, hay terroristas, pero no lo son todos? Me gustaría saber.